La posibilidad de descargar videos es apenas una opción más de una plataforma que cuenta con un buen portafolio de servicios, pero que aún así parece lejos de alcanzar el impacto inicial que tuvo.
Flickr anunció esta semana que le permitirá a sus usuarios descargar los videos que se suben a la plataforma. “Nos emociona anunciar que sus amigos, familia y seguidores ahora podrán descargar los videos que usted comparte, de la misma forma como lo harían con las fotos que ha puesto en el servicio”, escribió la compañía en un correo que le fue enviado a los suscriptores del sitio web, que cumplió 10 años de existencia el año pasado.
Si bien el sitio es un lugar pensado primordialmente para compartir fotografías, desde hace algunos años la plataforma permitió la subida de videos, aunque con un límite de tiempo. Los límites se han extendido con los años y los usuarios han respondido subiendo más videos al sitio. Descargarlos era apenas un paso obvio para el servicio, que permite licenciar el contenido bajo Creative Commons.
Flickr ha tenido una historia complicada, por decirlo de alguna forma. Si bien el sitio ganó buena tracción en sus primeros años (la suficiente como para que fuera comprado en 2005 por Yahoo), poco a poco comenzó a perder terreno ante nuevas opciones para compartir fotografía. Claro, si alguien piensa en fotos en línea probablemente los primeros nombres que llegan a su mente son Instagram, o incluso Facebook.
Instagram es la opción por defecto a la hora de compartir fotografías. Hace un par de semanas, esta plataforma anunció que superó los 400 millones de usuarios; el sitio tiene hoy en día una mayor audiencia que Twitter, por ejemplo.
Flickr e Instagram son dos animales bien diferentes, principalmente en un aspecto: el primero es una herramienta construida alrededor de la idea de manejar, almacenar y compartir las fotos en línea de un usuario, mientras que el segundo se especializa en el aspecto social de todo el asunto y es a través de éste que logró conquistar una audiencia mucho mayor que casi cualquier otro servicio de fotografía en la red.
Según algunas estimaciones, el número de usuarios actuales de Flickr es poco menos de 115 millones, una cifra muy por debajo de su competidor más natural. Y este retraso no sólo tiene que ver con la especialización en el aspecto social que tiene Instagram (servicio propiedad de Facebook, cosa que le da una ventaja extra), sino con los varios años de negligencia programada que tuvo Flickr, tiempo en el que se le hicieron pocos cambios a la interfaz y, en general, a toda la experiencia de usuario.
Para mayo de este año, Flickr introdujo nuevas funciones que, sin mayores grandilocuencias, ofrecen un portafolio de servicios bastante atractivo para fotógrafos. Estos cambios incluyen el rediseño de Uploadr, el software que permite subir fotos directamente a la plataforma y que hoy permite hacer backup completo de discos duros, librerías de iPhoto, tarjetas de memoria y otros medios de almacenamiento con imágenes; estas fotos se pueden subir inmediatamente a la cuenta de Flickr, pues el usuario tiene hoy hasta 1Tb gratis de almacenamiento en la nube: esto significa que cada persona puede guardar, en promedio, hasta 500 mil imágenes en la web de forma gratuita.
Además de esto, la plataforma incluyó reconocimiento de imágenes como parte de sus tecnologías de búsqueda: esta función permite filtrar por fotos de paisaje, de comida, de animales y así, todo esto sin que el usuario haya incluido tags o nombres específicos en los archivos; sí, no es un producto perfecto (como no lo es casi ningún servicio de su tipo), pero la inclusión de esta funcionalidad en un servicio gratuito resulta interesante.
La inversión en Flickr se dio como parte de la llegada de Marissa Mayer como CEO de Yahoo, en 2012. Los primeros pasos del servicio fueron actualizar su presencia en dispositivos móviles, aplicaciones que no sufrían mayores rediseños desde 2009, además de un rediseño por completo del sitio web, que contó con un incremento de 20% en el despliegue visual de las fotografías, según cifras de la misma compañía.
Hoy en día, Flickr alberga colecciones de más de 100 instituciones en todo el mundo que han licenciado su material bajo Creative Commons, una jugada que facilita el acceso gratuito del público a cosas como las fotos del programa Apollo de la NASA (proyecto que llevó por primera el hombre a la Luna). Se calcula que hay al menos cuatro millones de fotografías con este tipo de licenciamiento en Flickr, lo que lo convierte en uno de los repositorios de imágenes para reutilización gratuita más grandes de la red.
La posibilidad de descargar videos es apenas una opción más de una plataforma que cuenta con un buen portafolio de servicios, pero que quizá jamás vuelva a gozar de la popularidad que tuvo en otros días. Lejos del ser el centro de atención, Flickr igual sigue siendo una gran alternativa para organizar y consultar imágenes en el vasto mar que es la red.