Las responsables de la empresa combinan la narrativa cinematográfica, técnicas de animación 3D y voces reales para dejar claro que las mujeres también tienen un papel importante en el mundo de los videojuegos.
Por Lucía Caballero para Think Big. Holiday, Minuete, Amelia y Valentina son las protagonistas del videojuego Revolution 60. Los usuarios controlan a la primera, “una asesina entrenada” de cabello rubio, tocando la pantalla de su móvil, tableta o en su computador. La heroína debe descubrir por qué una plataforma de armamento espacial estadounidense ha dejado de funcionar.
Lejos de lo que suele suceder en aventuras gráficas de este tipo (los personajes se enfrentan a los malos para cumplir una misión), el argumento gira en torno a un equipo de guerreras, sin hombres de por medio. El diseño de la trama no es casual: Revolution 60 ha salido del estudio independiente Giant Spacekat, afincado en Boston, donde únicamente crean videojuegos feministas.
Las responsables de la empresa combinan la narrativa cinematográfica, técnicas de animación 3D y voces reales para dejar claro que las mujeres también tienen un papel importante en el mundo de los videojuegos, tanto en su creación como dentro de las historias. También escuchan a las usuarias que se sitúan al otro lado de las pantallas: han cambiado algunas de los rasgos de Holiday para adecuarse a sus opiniones.
Thank you #feminism for making the new version of Revolution 60 a better game! NEVER stop critiquing your media! pic.twitter.com/sngX3yKgw1
— Brianna Wu (@Spacekatgal) September 3, 2015
Gran parte del equipo de Giant Spacekat comparte género con la heroína de su videojuego. Cansadas de los estereotipos y de los personajes femeninos encasillados en el rol de amante, esposa o novia, la desarrolladora Brianna Wu y la experta en animación Amanda Stenqui fundaron el estudio en 2010.
Wu y Stenqui tienen en común su pasión por los cómics. Cuando eran niñas, ambas pasaban horas dibujando viñetas de sus heroínas favoritas y querían trasladar las historias de estas supermujeres al universo de los videojuegos. “Quería llevar al mercado un producto donde las mujeres fueran héroes, no un simple personaje adicional”, cuenta Wu.
Revolution 60: "Broken" Trailer from Brianna Wu on Vimeo.
Un cambio de paradigma
Aunque Frank, el marido de Wu, también participa como artista en el proyecto, ellas llevan la voz cantante. Desde el principio resultaba mucho más fácil y lógico crear aventuras gráficas en femenino si partían de la experiencia y las ambiciones de un grupo de mujeres. Esto no significa que no acepten trabajadores de género masculino; los hombres tienen cabida en Giant Spacekat siempre que compartan los valores de la firma, entre los que destaca la diversidad de género.
A la desarrolladora no le parece adecuado el sistema que rige la mayoría de estudios de diseño de videojuegos, donde predominan los “departamentos de recursos humanos mezquinos y sexistas”, critica. Como resultado, “las mujeres se van”, por muy cualificadas que estén. Admite que también quiere ganar dinero, pero que su principal objetivo es “proporcionar a la gente el mejor sitio del mundo para trabajar”. Su estrategia se basa en encontrar a las personas adecuadas e invertir en el desarrollo de sus aptitudes. “Les dejamos aprender y pensamos en su bienestar para que estén a gusto en el estudio”, dice Wu. Así construyen el talento que necesitan.
*Crédito: Flickr/Shane K
Si tuviera que resumir la filosofía de Giant Spacekat, a Wu le bastaría con una sola palabra: respeto. “En las reuniones me encargo de que todo el mundo tenga la oportunidad de expresar su punto de vista”, indica. Aquellos que no respetan al resto y acaparan las conversaciones acaban fuera de la empresa.
En el estudio, cada cual realiza sus propias tareas y las relaciones entre los miembros del equipo son ecuánimes. Si alguien no está de acuerdo con una decisión, se somete a votación y se discute, incluso si se trata de la opinión de las cofundadoras. “La actual cultura corporativa jerárquica no es más eficiente. Todo se basa en una lucha de egos, necesitamos un cambio”, asegura Wu.
Cupcake Crisis! from Brianna Wu on Vimeo.
Muestras de rechazo en la Red
Desde que se ha hecho un hueco en el mundo de los videojuegos, el trabajo y la postura feminista de Wu han despertado la ira de un grupo de trolls de internet que intenta arruinar su carrera. Un movimiento contrario a la presencia de mujeres en el sector que se ha popularizado con el nombre de Gamergate. Sus defensores han dedicado insultos y vejaciones a otras mujeres, como la desarrolladora Zoe Quinn o la crítica de videojuegos Anita Sarkeesian.
Desde el lanzamiento de Revolution 60, Wu ha recibido gran cantidad de improperios a través de las redes sociales y otras plataformas. Incluso amenazas de muerte que le han obligado a recurrir a la policía.
Pero la cofundadora de Giant Spacekat y su equipo no se rinden. Tras el éxito conseguido por Revolution 60, abrieron un espacio dedicado al público infantil, bautizado Giant Spacekittens. En esta área trabajan en otro juego, Cupcake Crisis, protagonizado por Mia, una jovencita a la que le encanta construir cosas. “Queríamos mostrar que a las niñas les puede gustar ciencia y la tecnología”, indican sus impulsoras. Su misión, aseguran, es “entretener, enseñar y retar a los más pequeños a explorar el mundo y sentir que no tiene límites”. Todo ello de la mano de personajes femeninos, unas heroínas virtuales como las que veían plasmadas en los cómics de su infancia y quieren compartir con las nuevas generaciones de gamers.