Este lugar está ubicado a cuatros horas de Washington DC, en Estados Unidos, y tiene 33 mil metros cuadrados y menos de 200 habitantes.
Green Bank es una pequeña ciudad de Estados Unidos, situada a cuatros horas de Washington DC. Tiene 33 mil metros cuadrados y menos de 200 habitantes. Allí hay una oficina de correos, un banco, una biblioteca, una estación de servicio, restaurante y una tienda de productos para el hogar. Hasta aquí todo normal, sin embargo, lo particular de esta localidad es que están prohibidas las redes móviles y el Wi-Fi.
Lo que ocurre es que a mediados del siglo XX las autoridades estadounidenses decretaron a Green Bank como una "zona de radio silenciosa". De hecho, entre otras cosas, sus habitantes no pueden conectarse a internet a través de smartphones ni calentar su comida en el microondas.
La conexión a Internet en esta ciudad es por cable y teléfonos de línea fija que funcionan muy lento, según informó el sitio web Washingtonian.
No está ajena a la tecnología
A pesar de todo lo dicho, Green Bank y sus habitantes no son ajenos a la tecnología ya que tienen el telescopio de radio más grande del mundo. Desde allí los investigadores estudian las galaxias o las moléculas que existen en las nubes y las estrellas.
Tanto ese telescopio como otros de uso civil y militar que hay en los alrededores de la ciudad, necesitan un entorno libre de interferencias electromagnéticas para funcionar, sobre todo para captar señales procedentes del espacio. Es por esto que están prohibidas las redes inalámbricas y el Wi-Fi.
Zona ideal para tratar la hipersensibilidad electromagnética
Green Bank es desde hace unos años una localidad que sirve como refugio a las personas "electrosensitivas", es decir, aquellas que sufren de hipersensibilidad electromagnética (EHS).
Este trastorno causado por los campos electromagnéticos lleva a esas personas a sufrir de dolores de cabeza o en el cuerpo, palpitaciones, náuseas, insomnio, desorientación y problemas digestivos entre otros síntomas.
Algunos de los habitantes de Green Bank afirman que desde que están allí han mejorado sus síntomas, lo que les motiva a creer con más fuerza que la causa de sus malestares eran las redes móviles que rodeaban sus hogares anteriores.
Los habitantes de esta pequeña ciudad libre de redes inalámbricas y Wi-Fi temen que las agencias turísticas promuevan viajes y actividades en Green Bank y acaben con la paz de la comunidad.