Para muestra un botón: 69% de los niños utiliza teléfonos móviles, 40% de ellos ingresa a internet desde sus dispositivos, 73% de ellos utiliza redes sociales desde esos mismos dispositivos, y 19% cuenta con perfiles públicos en internet.
Más aún cuando Latinoamérica es el tercer mercado de telefonía móvil más grande e importante del mundo por volumen, seguido de Asia y África, acumulando más de 600 millones de conexiones el tercer trimestre de 2011. Esta realidad, sumado a la alta penetración de internet, smartphones y banda ancha móvil en cada uno de los países de la región, está llevando a los actores involucrados, operadores, gobiernos e industrias tecnológicas, a reunir esfuerzos y estrategias propiciando un ambiente en Latinoamérica que pueda sustentar las infraestructuras e innovaciones requeridas para poder cumplir la promesa de la conectividad total, que entregue desarrollo y bienestar a la ciudadanía.
“Para la GSMA los principales temas están referidos al espectro, las aplicaciones enfocadas en la salud, los impuestos al roaming, la eficiencia energética y los aspectos regulatorios. Para ello, en Latinoamérica hemos establecido el Chief Regulatory Officers Group Latinamerica (CROG), que ve fortalecida su operación con las oficinas de GSMA en Brasil, Chile y Argentina”, dice Tom Phillips , Chief Government & Regulatory Affairs Officer de GSMA.
Este y otros fueron los temas abordados este martes durante la sesión plenaria
GSMA LA #37 desarrollada en la ciudad de Viña del Mar, Chile, donde más de 400 representantes de los operadores móviles de Latinoamérica región
se dieron cita para debatir y configurar la estrategia que dotará a la región de una conectividad tal, que pueda facilitar el desarrollo y la adopción de tecnologías móviles que faciliten la transformación del conocimiento en desarrollo productivo. La idea es poder responder efectivamente al ‘tsunami de tráfico’ que ya se vive en la región.
Banda Ancha para todos, tal como dice el sub-secretario de Telecomunicaciones de Chile, Jorge Atton, la intención es poder masificar, de una vez por todas, el acceso a una internet de calidad, ya sea para el uso en las ciudades o en zonas rurales, así como en el sector productivo, académico y científico. Sin una internet de mayor alcance y potencia, las expectativas de desarrollo cifradas en la ‘super conectividad’ no tienen sentido.
El ejecutivo señala que los grandes desafíos, en este caso para Chile pero extrapolables a toda la región, son “desarrollar el concepto de partición de la infraestructura, la convergencia de servicios y tecnologías para que las empresas puedan convertirse en proveedoras de multiservicios de calidad y propiciar una oferta segmentada de internet”, entendiendo que a estas alturas, no todos quienes acceden a la red lo hacen con las mismas motivaciones, necesidades ni requerimientos.
Este es el nombre del programa de la GSMA para su estrategia global y latinoamericana también, y que se basa en el supuesto (beneficioso) de que, “toda la inteligencia esté conectada vía redes móviles pudiendo desarrollar nuevos servicios tanto para la industria como para los usuarios”, dice Jeanine Vos, Directora Ejecutiva de Mobile Health de GSMA. La ejecutiva hace un llamado especial para implementar soluciones móviles (m-health) diseñadas para facilitar el acceso y diagnóstico de enfermedades y asistencia sanitaria, sobre todo en zonas geográficamente distantes o carentes de infraestructura y conectividad. El monitoreo remoto, por ejemplo de la Diabetes y otros males crónicos, asoma como una de las aplicaciones concretas.
Esta estrategia, en la cual todos los operadores de la región están confluyendo y apalancando políticas público-privadas para su materialización, involucra sectores, o verticales, como le gusta denominarlas a muchos, que están muy bien delimitadas. Estas son la salud, los pagos móviles, la industria automotriz, las smartcities y la educación,
donde las comunicaciones M2M y la internet de las cosas ya no serán parte sólo ciencia ficción, sino que situaciones reales. Según los ejecutivos de la GSMA, los gobiernos de la región deben apurar las políticas y estrategias en estas áreas, que significarían un avance e desarrollo importante en cada uno de esos sectores. Que por lo demás son claves en el entramado social de hoy en día.
La GSMA hace un llamado también a adoptar con urgencia las tecnologías asociadas a este programa de ´conectividad total´, para la eficiente respuesta a emergencias y/o desastres naturales y a las áreas donde la llegada de la infraestructura es más dificultosa, a través del programa de Desastres del GSMA Development Fund, el cual posiciona a las tecnologías de comunicación móvil como un factor clave ante las presencia de desastres, ya sea como medida de anticipación o respuesta a terremotos, maremotos, inundaciones, incendios, u otras catástrofes o emergencias y al desarrollo de políticas que acerquen los servicios a zonas rurales, alejadas o de acceso complejo. El papel de las alertas tempranas en estas situaciones, comunicadas a través de la telefonía celular, es una de las principales aristas de estas soluciones de utilidad pública, recalca la ejecutiva de GSMA a cargo de este programa, Kyla Reid.
Todos en el plenario se preguntaban qué hacer con los 24.000 millones de aparatos conectados que se estima habrán para el 2020. Ante esta cifra, los 9.000 millones del año 2011 parecen algo 'menor'. Y lo que también fue uno de los temas más sensibles: la regulación de las antenas de telefonía celular, las implicancias a la salud pública (que según se afirmó en el plenario no afectan a la salud humana), al urbanismo y, por sobre todo, a la necesidad de generar mayor infraestructura para desarrollar mayor capacidad.
Las conclusiones de este 37° plenario latinoamericano de la GSMA son casi tan profundas, como los desafíos para su alcance. Sin embargo, ya existen varios acuerdos, como
la necesidad de aumentar la cobertura y capacidad del espectro (4G), expandir la penetración de banda ancha (móvil en su mayoría), insertar estas tecnología a sectores claves como la salud y la educación, mejorar aspectos regulatorios y generar las sinergias inter-estados (un buen avance es el 'anillo de banda ancha regional' impulsado por
UNASUR), para poder juntos conseguir estos objetivos. La unión hace la fuerza y en estas materias, se hace más necesaria esa práctica.