El "todo lo que sube, tiene que bajar" podría aplicarse también a las acciones de la manzana, que luego de elevarse prolongadamente llegaron a un tope y emprendieron el descenso.

Análisis de Serge Berger, analista independiente, para Sala de Inversión. Una vez terminado el circo que se había generado en torno a las ganancias de Apple, la atención se centra ahora nuevamente en lo que sucede en esta jornada, en lugar de centrarse en lo que fue, en aquello que podría ser o peor aún, en aquello que debería ser.

El martes pasado en Wall Street, la compañía anunció ingresos y ganancias por acción que coincidían bastante con las expectativas. Los papeles se están negociando con un descuento aproximado de 30% con respecto al S&P 500 sobre una base de valoración; Apple aumentó su dividendo y también anunció un programa de recompra masiva de acciones. Si bien los pronósticos de ventas fueron más débiles de lo esperado, todo el resto resultaría bastante atractivo para un inversionista de valor... ¿o no? A mí me parece entretenido que el apreciado crecimiento de las acciones en 2012 se haya transformado básicamente, al menos de forma temporal, en un juego de valor.

De todos modos, los gráficos muestran hacia dónde podrían apuntar las acciones. Una mirada rápida al volumen negociado revela un crecimiento positivo en el margen, al menos para quienes miran el lado positivo. Entre marzo y abril de 2012, se negociaron un promedio de 35 millones de acciones por día. Durante el último mes de operaciones, el volumen promedio descendió cerca de 15 millones de acciones diarias, lo que significa una caída importante. Conclusión: hay menos jugadores involucrados, que sería justamente lo recomendable para estas acciones si deseamos desarrollar una base sustentable que pueda aumentar más adelante.

Ya que el pequeño contexto tiene un largo alcance, analicemos el gráfico plurianual de Apple en el largo plazo. El marcado ascenso casi vertical de las acciones durante los primeros tres trimestres de 2012, que alejó incómodamente a las acciones de su tendencia alcista de más largo plazo, finalmente dio lugar a las leyes básicas de la física. Todo lo que sube debe bajar, y en el caso de las acciones con un ascenso demasiado pronunciado, seguramente Apple también sufrirá un descenso marcado. A través de este lente de largo plazo, las acciones aún tienen un mejor soporte cerca de una zona lateral simple entre US$350 y US$360 dólares, si bien aún no se ven grandes probabilidades alcistas.

El gráfico diario revela una línea de tendencia bajista simple pero importante, que se retrotrae al gran máximo de US$705 alcanzado en septiembre de 2012. La media móvil simple a 50 días corresponde más o menos a la tendencia bajista y permite así detectar dos momentos importantes. El trader más agresivo podría considerar iniciar una posición larga con un cierre diario por encima de US$420 dólares. Sin embargo, un enfoque más conservador sería esperar un quiebre de la media móvil a 50 días, lo que actualmente ocurriría en un cierre diario por encima de US$436. A partir de allí probablemente seguirá siendo un juego de “plantar y podar” (es decir, tomar una posición y administrar el riesgo obteniendo ganancias en el camino y rezagando un stop).

En síntesis: a quienes les provoca vértigo tomar un cuchillo al vuelo con respecto a las acciones de Apple, les convendría ejercitar la abstinencia hasta tanto se conforme una mejor base, y esto se vea confirmado mediante un quiebre de tendencia al alza. La paciencia es, sin dudas, una virtud.