El dispositivo fue creado en la década de 1980 en China y se caracteriza por ser sencilla y de bajo costo.
Cromo - El Observador. A principios de la década de 1980, en medio de una China comunista, se fabricó la cámara Holga, que se caracterizó por la falta de precisión, fugas de luz, cuerpo de plástico, saturación desmesurada, instantáneas sobreexpuestas y un mal lente. No obstante, este objeto fue producto de inspiración para uno de los cofundadores de Instagram, Kevin Systrom.
Dicha cámara, que buscaba democratizar la captura instantánea, era simple, de bajo costo y empleaba películas de 120, según el portal Xataka. Era ideal para las personas que no podían hacer copias en dimensiones convencionales, ya que podían revelarlas en hojas de contacto. La técnica consistía en colocar negativos sobre papel fotográfico y aplicar una luz blanca.
Systrom, quien fundó en 2010 la red social junto a Mike Krieger, conoció la cámara por el año 2000 en Florencia. En ese entonces, el empresario y programador no era más que un estudiante de la Universidad de Stanford que tenía como objetivo estudiar fotografía.
La cámara en ese momento estaba en su auge para los novatos en fotografía con ganas de experimentar. Y el docente de fotografía le dio una Holga a Systrom. Según el profesor, le daba un toque más artístico. "Tuve que usar esta cámara de plástico con una lente terrible", sostuvo en entrevista con la revista Time en 2012.
En el transcurso del curso, el cofundador de Instagram comprobó que se podía "ver el mundo a través de una lente diferente", lo que luego quiso brindar con Instagram."Queríamos dar a todos la misma sensación de descubrir el mundo que te rodea a través de una lente diferente", indicó.
Cuando volvió a Standford finalizó sus estudios para llevarse el título de ingeniero y fundó la start-up Burbn, con la cual no tuvo éxito alguno. Junto con Mike Krieger vieron que lo único rescatable de la propuesta era la función fotográfica, y decidieron profundizar en el tema y dar lugar a Instagram.
Esta plataforma fue pensada para compartir fotos sacadas desde el celular. En su momento, no disponían de cámaras tan buenas como hoy; solían ser de baja resolución y la calidad dejaba mucho que desear. Para hacerlas diferentes y más atractivas estaba Holga, que permitía poner marcos y efectos.
Al comienzo, Instagram no era del agrado de los círculos profesionales. Incluso, en la entrevista con Time de 2012, al ser consultado por esto, dijo que nunca buscó ser una aplicación fotográfica. "Se trataba de comunicarse visualmente. Esas son dos cosas muy diferentes. Una aplicación fotográfica es una utilidad. Es como comparar Twitter con Microsoft Word. Si quieres ser un autor, no siempre te vas a limitar a 140 caracteres", concluyó.