Con un especial éxito en el mercado de telecomunicaciones, en donde operan desde hace 11 años, la empresa cerrará 2012 siendo el proveedor número uno en México de infraestructura, por encima de Alcatel y Ericcson.
Ciudad de México. En el décimo primer piso de una de las torres corporativas más altas en Ciudad de México, las oficinas de Huawei evidencian el éxito en el país latinoamericano de la compañía china, logrado sin grandilocuentes lanzamientos y casi evitando ocupar los titulares mediáticos.
Se trata del primer proveedor de infraestructura tecnológica para telecomunicaciones en México y un competidor creciente en venta de dispositivos móviles, cuyo gran reto es hacer que su marca sea reconocida.
“Lo que queremos es construir una marca sólida para quedarnos aquí; la clave es construir la confianza hacia nuestros productos con los clientes”, repondió Warren Mei Shoujun, Presidente y Director General de Huawei México, quien a pesar de llevar alrededor de 18 meses en territorio mexicano, aún responde con parquedad asiática y se sorprende ante el bullicio de los latinos.
Fundada por Ren Zhengfei en 1987 con una inversión de US$5.000, al término de 2011 la empresa facturó US$32.000 millones.
A finales de los 80, Zhengfei, se enfocó en llevar servicios de conectividad a zonas periféricas y de baja rentabilidad; su estrategia fue un éxito que replicó en grandes ciudades de China, y actualmente en 140 países con oferta de infraestructura de telecomunicaciones, servicios de TI empresarial y dispositivos electrónicos.
Once años en México
Shoujun afirma que en México han tenido especial éxito en el mercado de telecomunicaciones, en donde operan desde hace 11 años; la empresa cerrará 2012 siendo el proveedor número uno de infraestructura, por encima de Alcatel y Ericcson.
Aunque prevé que dentro de cinco años estará facturando US$500 millones por servicios empresariales, en México y otros países emergentes, quiere ser una marca reconocida de dispositivos móviles, alejándose del estigma que pesa sobre las marcas chinas de tecnología barata y de baja calidad.
“No somos una compañía de dispositivos electrónicos baratos”, argumentó Shoujun, quien remarcó que sus gadgets facturaron US$200 millones en México y remarcó que la empresa invierte alrededor de US$3.000 millones anuales en investigación y desarrollo, y su portafolio de 51.686 patentes los convierte en una firma innovadora y de tecnología de punta, que puede ganarse un lugar en el gusto del público, aunque reconoció que el reto es “construir la confianza.”
La duda comunista
Aunque en Inglaterra Huawei se ha colocado en los últimos dos años como líder en distribución de dispositivos electrónicos aptos para dar servicio en calidad de 4G y LTE a bajo costo, gracias a que la tecnología es propia, una supuesta participación accionaria del gobierno y el Partido Comunista chinos han levantado sospechas en occidente, en particular entre congresistas de Estados Unidos, por miedo a que, a través de la infraestructura de Huawei, China esté realizando prácticas de espionaje.
“El único rol que tiene el gobierno chino en la empresa es el de cobrar nuestros impuestos”, estableció Shoujun de manera categórica.
El empresario ve un escenario de larga vida para la firma en México, aunque comprende que deberá vencer los nervios frente al micrófono para convertirse en referencia y cumplir su cometido de permanecer en el país de manera permanente