El representante de la CIRT destacó que existen diferencias entre los aspectos operativos de radiodifusión respecto del resto de las telecomunicaciones.
El esquema de sanciones propuesto en la iniciativa de ley secundaria no toma en cuenta la realidad de la radio y la televisión, que a diferencia de las telecomunicaciones, otorgan servicios gratuitos, aseguró el representante de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y Televisión (CIRT), Eduardo Ruíz Vega.
En el marco del foro de análisis sobre las leyes secundarias en materia de telecomunicaciones y radiodifusión, el directivo enfatizó que resulta preocupante que la iniciativa de ley proponga imponer sanciones con base en el nivel de ingresos de las estaciones de radiodifusión.
Esto, añadió, cuando existe una diferencia clara entre los aspectos operativos de la radiodifusión, incluyendo los económicos, respecto del resto de las telecomunicaciones”, subrayó.
“La fórmula para el cálculo de las sanciones no es lo único que nos preocupa, sino el riesgo que advertimos en su aplicación a la luz de la naturaleza y de la condición permanente bajo la cual se prestan los servicios de radiodifusión”, resaltó Ruíz Vega.
Y es que, dijo, en general los operadores de telecomunicaciones prestan sus servicios bajo demanda cuando los requieren sus usuarios, mientras que los radiodifusores ofrecen señales de manera continua.
“Es lógico que esta diferencia deba ser tomada en cuenta por esta Soberanía al analizar el capítulo respectivo, ya que el riesgo de incidencias varía sensiblemente atendiendo a las características y naturaleza de cada servicio”.
La radiodifusión, no obstante el hecho de que será regulada a partir de la aprobación de la legislación secundaria bajo el mismo cuerpo normativo que el resto de las telecomunicaciones, tiene elementos distintivos que son inobjetables, dijo.
“Es por ello que llama la atención, y preocupa sobremanera, el capítulo de la iniciativa relativo a las sanciones. Sentimos que esta propuesta, independientemente del análisis que de su contenido haga el Legislativo federal en su conjunto, no toma en cuenta la realidad que vive la radiodifusión de nuestro país”, asentó.
Por otra parte, Ruíz Vega consideró que la legislación secundaria de telecomunicaciones y radiodifusión debe atender los procesos pendientes de culminación para modernizar a la radio.
“Resulta paradójico que el medio de comunicación electrónica que primero bañó el territorio de nuestro país, sea el más atrasado en el proceso de digitalización”, señaló ante los presidentes de las Comisiones Unidas de Comunicaciones y Transportes, Estudios Legislativos y Radio, Televisión y Cinematografía, del Senado de la República.
Subrayó que si bien en los últimos años se ha emprendido un vigoroso proceso de modernización en el sector de las telecomunicaciones, la radiodifusión sonora no ha recibido el mismo grado de atención de parte de las autoridades competentes.
“En primer lugar, es indispensable que el proceso de transición de la radio de amplitud modulada o AM a la frecuencia modulada o FM, se lleve a cabo respecto de la totalidad de las estaciones que operan hoy en día. Solo así se podrá dar paso a la digitalización de las señales radiodifundidas”, enfatizó.
La norma legal debe prever la flexibilidad necesaria para que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) pueda emitir las disposiciones técnicas que resulten necesarias para reubicar todas las estaciones de AM en la banda de FM.
Ello, añadió, para preservar la oferta de contenidos a favor de la población al tiempo de cimentar el siguiente paso del proceso de modernización que será la digitalización plena de toda la radio mexicana.
“En paralelo, la legislación secundaria debe establecer las acciones, y su calendario, para que la radiodifusión sonora transite en su conjunto a la era digital, y de esta manera se incorpore a esta realidad tecnológica a este medio de comunicación fundamental”, expuso.
Y es que, dijo, la radio mexicana es un medio masivo de comunicación con universalidad en su cobertura y pluralidad en sus emisiones, que junto con la televisión abierta es la alternativa más asequible para la recepción de contenidos informativos, de entretenimiento y culturales, dada la gratuidad de sus transmisiones.