"Internet puede salvar tu empresa... o hundirla", es el libro que Rodolfo Carpintier presenta y que muestra algunas de las grandes dificultades de las empresas para convertir a la red en un bien útil a su empresa.
Enseñar a los empresarios tradicionales a entrar al mundo de internet o pasar de un negocio de "pocos muchos a muchos pocos" es el propósito del libro "Internet puede salvar tu empresa... o hundirla", que Rodolfo Carpintier, uno de los empresarios más "antiguos" de la red, publica esta semana.
Presidente de DAD, incubadora de empresas de internet de la que han salido proyectos como Tuenti o BuyVip, Carpintier explica que con este libro quiere dar respuesta a los empresarios de pymes que se acercan habitualmente a él cuando hace una presentación para decirle: "llevo tres años con una web por internet y no me sirve para nada".
En el libro, Carpintier se inventa una pyme tradicional en Cuenca que se dedica marcos de cuadros y que aprovecha la entrada de la tercera generación familiar con un ingeniero de telecomunicaciones que conoce bien internet, para dar el salto al siglo XXI.
Carpintier acompaña a la empresa durante tres años y muestra como cambia.
La pregunta evidente es si es cara la transición, a lo que Rodolfo Carpintier responde que lo primero que hay que plantearse es un presupuesto que debe ser proporcional a lo que se quiere conseguir: "no puede ser mucho dinero si la empresa no lo tiene, ni puede ser muy poco dinero si quiere hacer algo grande".
En el caso concreto del libro, se plantea una inversión de 300.000 euros que se rentabiliza en los primeros 18 meses y "crea una empresa moderna y completamente diferente a la que existía llevada por el padre del ingeniero", dice el autor.
Carpintier ha señalado que el problema que tienen los empresarios tradicionales es que están acostumbrados a trabajar con muy pocos clientes, con 40, 50 o 200, pero tienen que inventar un proyecto que vendan a cientos de miles de personas "...y eso no se puede hace inmediatamente, hay que hacerlo dando una serie de pasos que es lo que explico".
El empresario tiene que tener un objetivo claro "no puede hacer una web porque la tiene su competidor", tiene que tener un objetivo que se pueda cuantificar para hacer su seguimiento e implicar a los empleados que deben darse cuenta de la importancia del proyecto.
Una vez planificado hay que crear una estructura responsable ya que no sirve de nada crear una web en la que nadie tiene responsabilidad.
El publico objetivo del libro el millón de pymes tradicionales que tienen que cambiar.
"El empresario español siempre ha demostrado que tiene ganas de trabajar, tiene imaginación y que aprovecha sus oportunidades" y hay empresarios que han empezado ya a exportar mediante internet pero la mayoría, el 80%, está esperando a que pase la crisis.
"Lo que hay que entender, ha afirmado, es que esto es una crisis pasajera, sino que es un cambio de entorno económico y de modelos de negocio por lo que tienen que variar lo que están haciendo".
Mientras tanto, la incubadora que preside Carpintier, Dad, cuenta ya con 86 inversores en España y 100 en todo el mundo y participa en la actualidad en 40 empresas de Asia, EEUU, Latinoamérica y España, y de ellas "tenemos entre 8 y 10 de esas 40 que van a ser grandes en muy poco tiempo".
La clave del éxito, ha dicho, es apostar por equipos ganadores, ya que, realmente, al final la idea es una pequeña parte del negocio, lo importante es la ejecución y tiene que tener un equipo que funcione bien, que esté bien coordinado y bien liderado.