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Inventores latinoamericanos denuncian falta de apoyo oficial y empresarial
Miércoles, Abril 10, 2013 - 15:10

El Salón Internacional de Inventos de Ginebra inaugurado este miércoles cuenta con una mínima participación latinoamericana. Evento reúne cerca de un millar de innovaciones.

El Salón Internacional de Inventos de Ginebra se inauguró este miércoles con una gran participación de creadores de Asia y Oriente Medio, pero con una mínima presencia latinoamericana, que los inventores de la región atribuyeron al escaso apoyo oficial y a que las empresas no se atreven a apostar por proyectos nuevos.

"No es por falta de creatividad, sino por el escaso apoyo institucional", dijo a EFE la inventora peruana Silvana Flores, que junto a su compatriota José Ramón Ostaicoechea son la única representación latinoamericana en la cita anual de Ginebra.

El salón, que celebra su 41ª edición anual hasta el próximo día 14, reúne cerca de un millar de innovaciones.

"Estoy orgullosa de representar a mi país y a América Latina en este evento, pero considero que hay una falta de inversión por parte de nuestros países en ciencia y tecnología", señaló Flores, diseñadora de un procedimiento que permite la neutralización y la absorción de metales pesados disueltos en aguas residuales que provienen de la actividad minera y metalúrgica.

Flores aseguró que esta falta de apoyo por parte de los Gobiernos y de las empresas privadas a los inventos responde a una falta de conciencia sobre la importancia de la innovación para el desarrollo de la región, y es la razón por la que colegas brasileños, colombianos o bolivianos no hayan podido acudir al evento.

El invento de esta peruana podría considerarse como tecnología de limpieza medioambiental, ya que permite el "reciclaje" de las aguas residuales de la minería con el uso del mineral dolomita, que permite aprovechar tanto los restos metalúrgicos presentes en ríos contaminados para el sector de la construcción como el agua para el sector agrícola.

"Perú es un país altamente contaminado por la actividad minera, pero de momento ni las empresas privadas ni el Gobierno se han interesado en la aplicación de esta técnica. Para inventar hace falta mucha paciencia y perseverancia, especialmente a nivel económico", expresó Flores.

Ostaicoechea corroboró que la ausencia de otros inventores latinoamericanos se debe a la falta de apoyo económico por parte de las instituciones.

"La creatividad y la imaginación siempre van a estar, nunca merman. Pero la falta de apoyo y de orientación sí puede hacer que queden limitadas las posibilidades de los inventores para dar a conocer sus productos", afirmó.

Ostaicoechea presenta en el Salón de Ginebra un sistema de seguridad para puertas muy económico, de unos 40 euros, que impide la entrada de intrusos gracias a una tranca metálica fijada en los dos marcos interiores de la puerta y una placa metálica exterior que impide forzar la cerradura.

"Este sistema además está diseñado para que en caso de cualquier incidencia, como un terremoto, la tranca pueda desbloquearse con un simple golpe. Este mecanismo sería muy útil en caso de que no se tenga las llaves a mano o que la puerta deba abrirla un niño o una persona discapacitada", sentenció.

Flores y Ostaicoechea han podido exponer sus inventos en el salón tras ganar un premio del Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual de Perú, INDECOPI, que les recompensaba con el viaje a Ginebra subvencionado por USAID, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.

Un total de 45 países están representados en esta cita, que ofrece en esta edición novedades como un simulador de fútbol que permite tirar penaltis a un portero virtual, un dispositivo que permite elevar y desplazar objetos muy pesados o una pequeña central hidráulica que produce energía en entornos desolados.

Por Estados, los que tienen mayor representación son China, Arabia Saudí, Rusia, Rumanía, Tailandia, Irán, Francia, Polonia, Alemania y Suiza (ordenados según el número de inventos presentados).

Uno de los mayores atractivos del salón es que casi la mitad de los 60.000 visitantes que acoge anualmente son industriales y profesionales en busca de productos nuevos a comercializar, lo que permite poner en el mercado las invenciones de manera rápida y efectiva.

Autores

EFE