El regalo del CEO de la red social, más allá de su generosidad, es un esfuerzo estratégico por conservar y atraer a talentos a la compañía.
La decisión del presidente ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey, de donar un tercio de sus acciones en la compañía a un fondo para los empleados es un gesto inteligente para restaurar la confianza en una compañía que perdió su rumbo, según expertos en reclutamiento y compensación.
El regalo, más allá de su generosidad, es un esfuerzo estratégico por conservar y atraer a talentos a la red social, que ha sido golpeada por meses de incertidumbre sobre su liderazgo y dudas sobre su crecimiento de largo plazo.
"Es una medida deliberada, inteligente y algo necesaria para apoyar al talento que deseas mantener", dijo el reclutador Jason Hanold, quien se especializa en el sector tecnológico.
Dorsey, uno de los fundadores de Twitter y quien fue nombrado presidente ejecutivo de manera definitiva anteriormente este mes, anunció sorpresivamante en la noche del jueves que regalaría US$206 millones en acciones para "reinvertir directamente en nuestra gente".
Las acciones de Twitter, que han caído un 44 % en los últimos seis meses, cerraron el viernes con un alza de un 3,9%.
Una prioridad de la compañía es mantener a sus empleados felices, luego de que anunció previamente este mes que despediría a un 8% de su personal, poco después de que Dorsey asumió su cargo de manera permanente.
La transferencia de 6,8 millones de acciones comunes está sujeta a que los accionistas aprueben en el 2016 un plan de incentivos en títulos que serán entregados "a través del tiempo" a los empleados de Twitter. El directorio ya autorizó la medida.