“Nuestros expertos en construcción, clima, velocidad y efectos de los vientos dicen que eso es posible”, dice Satomi Katsuyama, directora del proyecto.
96.000 kilómetros de nano-tubos de carbono y una velocidad de 200 k/h para alcanzar, después de 7 días y medio de viaje, una altura de 36.000 kilómetros, ustde podría estar en el cielo si se concreta este super proyecto.
Así es el loco proyecto de la empresa japonesa Obayashi, la que sueña con construir un ascensor que permita a sus pasajeros llegar al espacio de aquí a 2050.
“Nuestros expertos en construcción, clima, velocidad y efectos de los vientos dicen que eso es posible”, explicó Satomi Katsuyama, directora del proyecto.
La idea de un ascensor espacial ha sido ya abordada en la ciencia-ficción, especialmente en la novela de Roald Dahl Charlie y el Gran Ascensor de Vidrio, continuación de Charlie y la Chocolatería.
En el libro del escritor inglés, un accidente propulsa a Willie Wonka y su familia al espacio. El autor de ciencia-ficción Arthur C. Clarke, autor, entre otras obras, de 2001: Odisea del Espacio, también abordó la idea de un puente hacia el espacio en Fuente del Paraíso.
En forma más seria, investigadores de la NASA emitieron la hipótesis de una realización como esa. “Ya no es ciencia-ficción”, explicaba en el año 2000 el autor de un informe de la NASA sobre el tema.
La empresa japonesa también parece tomar este asunto en serio. Cuenta en sus activos con varias construcciones de envergadura: actualmente termina el Tokio Sky Tree, el mayor edificio de Japón (634 metros de altura).
También participó en la construcción del metro de Dubai y del Stadium Australia, utilizado durante los juegos olímpicos de Sydney.
En todo caso, Obayashi reconoce no tener ninguna estimación del costo del proyecto, ningún inversionista previsto, ni idea alguna del lugar de la tierra donde se podría instalar el cable.
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