El anuncio de la salida de Otellini no sólo tomo a la industria por sorpresa, si no que la propia empresa lo tenía lejos de sus estimaciones. Ahora busca opciones incluso fuera de la compañía, lo que podría ser fatal para sus intereses.
Se busca presidente ejecutivo visionario para ayudar a fabricante de microchips de clase mundial a expandirse más allá del atribulado mercado de los computadores personales, hacia tabletas y teléfonos avanzados.
Deseable experiencia con plantas de tecnología de punta y empresas con gastos de capital anuales de US$10.000 millones.
Intel Corp sorprendió a Wall Street y a Silicon Valley esta semana cuando dijo que considerará a alguien de fuera de la compañía para que reemplace al presidente ejecutivo saliente Paul Otellini, con lo que podría poner fin a una tradición de cuatro décadas de sucesión interna.
Algunos analistas consideraron eso como una señal de que el principal fabricante mundial de microchips podría estar considerando una contratación transformadora.
Intel fue criticada durante el mandato de Otellini por perderse la revolución de dispositivos móviles, cuando insistió en que los mercados emergentes impulsarían el crecimiento.
La compañía también subestimó la escala de la reducción de la demanda de computadores personales, además de orquestar un esfuerzo por los computadores personales portátiles "Ultrabook", que hasta ahora no han entusiasmado a los consumidores.
Un futuro líder que no esté inmerso en la cultura insular de Intel podría abrir las preciadas fábricas de la firma por primera vez a clientes de fuera, como Apple Inc, o perseguir nuevas estrategias para expandirse a tabletas y teléfonos avanzados, dijo el analista Nathan Brookwood de la consultoría Insight 64.
Pero cualquier inversor que espere que Intel contrate a una persona de fuera de la empresa que tenga una solución dramática para los problemas de la compañía podría no tener suerte, afirman expertos.
Aunque la idea de que llegue un visionario icónico como Steve Jobs que eleve a Intel dentro del mercado móvil -su talón de Aquiles- puede sonar atractivo, podría abrir al fabricante de microchips a nuevos riesgos si cambia su enfoque tradicional de manufacturas.
Los gurúes con la experiencia para administrar una empresa con ventas anuales de US$53.000 millones, un presupuesto de gastos de capital de US$10.000 millones y plantas de fabricación de microchips con tecnología de punta son pocos, e incluso más escasos fuera de Intel, que lucha con una caída de ventas de computadores personales y un débil avance en el sector móvil.
"Si traes a alguien que no ha administrado empresas de microchips, va a ser muy difícil porque Intel es algo más bien único", dijo Patrick Henry, presidente ejecutivo de Entropic Communications, que fabrica microchips para dispositivos de entretenimiento en casa.
El par de Silicon Valley Hewlett-Packard Co es un ejemplo de los riesgos de una contratación externa mal pensada, afirman empresas de reclutamiento de personal y analistas.
Durante su difícil mandato de 11 meses, el ex presidente ejecutivo de empresas de software Leo Apotheker fue el autor intelectual de una mala compra de Autonomy por US$11.000 millones y también vio varios trimestres de débiles resultados financieros.
"No creo que (Intel) necesite de una transformación de 180 grados. No quisieras que llegue alguien como Leo Apotheker y sea tu ruina total", comentó el analista de JMP Alex Gauna.
Sin embargo, Mel Connet, un reclutador ejecutivo para la industria de la tecnología en Heritage Search Partners en Menlo Park, California, afirmó que la cultura de Intel necesita un remezón que justifica buscar a un candidato externo, al mismo tiempo que tenga en consideración el ejemplo de HP.
Contenedores Internos
El vicepresidente de operaciones de Intel, Brian Krzanich -el gurú de manufacturas de Intel-, es mencionado con frecuencia por empleados de Intel como un fuerte candidato para convertirse en el nuevo presidente ejecutivo, en parte porque la manufactura está en el corazón de Intel.
Además, presidentes ejecutivos anteriores de Intel han ocupado antes el cargo de vicepresidente de operaciones.
El vicepresidente financiero, Stacy Smith, es conocido por analistas financieros y muchos lo favorecen, pues creen que es la mejor apuesta para mantener estable a Intel.
Los otros vicepresidentes ejecutivos de la compañía son Renee James, quien está a cargo del software de Intel; el jefe de Intel Capital, Arvind Sodhani; y Dadi Perlmutter, jefe de la incursión de Intel en dispositivos móviles. Todos son bien respetados, pero mencionados menos frecuentemente como posibles candidatos.
Stacy Ragson, analista de Sanford Bernstein, dijo que un presidente ejecutivo contratado desde las mismas filas de Intel gozaría de credibilidad instantánea entre la fuerza laboral de la compañía, que incluye a más de 4.000 profesionales con doctorados.
La decisión de Otellini de jubilarse, anunciada el lunes, sorprendió al directorio de la empresa no preparado para reemplazarlo, dijo el portavoz de Intel, Chuck Mulloy. Todas las sucesiones de presidentes ejecutivos anteriores de Intel fueron planificadas con bastante tiempo de anticipación, lo que no dejaba espacio para la inestabilidad.
Mulloy afirmó que veteranos de Intel tendrán una ventaja natural para ocupar la posición de presidente ejecutivo porque están familiarizados con el modelo de negocios intensivo en manufacturas de la compañía y una cerrada cultura de ingeniería.
La compañía con sede en Santa Clara, California, ha sido la reina de los microchips para computadores personales durante largo tiempo, particularmente a través de su histórica alianza "Wintel" con Microsoft Corp, que dio paso a márgenes de ganancia sorprendentemente altos y a una participación de mercado de 80%.
Sus fábricas con tecnología de punta son la envidia de rivales como Samsung Electronics Co Ltd y Taiwan Semiconductor Manufacturing Co Ltd (TSMC), y la ayudaron a cimentar su liderazgo durante décadas.
Pero más recientemente, Intel ha tenido problemas para adaptar sus poderosos procesadores de computadores personales para teléfonos avanzados y tabletas alimentados por baterías, y Wall Street está cada vez más preocupado de que la compañía quede atrás en el mercado móvil de rápido crecimiento.
Intel ha puesto sus esperanzas en el segmento móvil en su tecnología de fabricación superior, pero es estrategia aún debe rendir frutos. Hasta la fecha, la participación de mercado de Intel para teléfonos avanzados es menor al 1% y es superada por Qualcomm Inc y Samsung.