El comercio en línea, las necesidad de los usuarios y el acceso a la web son los ingredientes perfectos para que hoy América Latina se abra a una opción de pago línea, ¿qué hace falta entonces? Para algunas empresas el paso final son las regulaciones que aún no existen en la región.
Hacer una compra online es un ejercicio de confianza, de acceso y de un contexto social que hace sólo un par de años no era un ejercicio común de parte de la población latinoamericana. Estar atentos al Black Friday de EE.UU (con la avalancha de ofertas tecnológicas que eso trae), adquirir entradas para mega conciertos, comprar linea blanca y hasta zapatos son parte de este fenómeno que, según el Estudio de Comercio Electrónico en América Latina, realizado por AméricaEconomía Intelligence en asociación con Visa, es el nuevo perfil de la región. Entre el 2010 y el 2011 el comercio electrónico creció 42,8% de América Latina y el Caribe, superando los US$43.000 millones, cerca del doble registrado en la región dos años antes.
De acuerdo al mismo informe, todas estas conductas están asociadas a que el usuario hoy tiene mayor seguridad, confianza, además de la capacidad de usar plataformas comerciales derivadas de social commerce (plataforma sociales), ha crecido la bancarización, y prefieren los medios de pago electrónicos como las tarjetas de crédito. Sobre esa misma línea, el desarrollo económico en la región ha permitido que sectores socio-económicos medio y bajos, que no ejercían ningún tipo de actividad comercial en línea (tarjetas de créditos), puedan formar parte de la formalización de sus negocios a través de pagos electrónicos, aumentando las ventas en linea.
Las cifras potencian aún más este cambio del comercio: Brasil tiene 59,1% de las ventas en línea, México registró 14,2%, el Caribe 6,4%,Argentina 6,2%; Chile 3,5%; Venezuela 3,3%; Centroamérica 2,4%; Colombia 2% y Perú 1,4%.
La gran apuesta de las empresa especialistas
Todos estos factores determinan que hay un cambio de rumbo en esta área y empresas se han dedicado a pulir un concepto ligado a este auge de las transacciones en línea que aún no está incorporado en su totalidad: Billeteras digitales.
Las billeteras digitales o billeteras electrónicas son servicios de pago en línea creados para reemplazar el uso de la tarjeta de crédito o de débito, y administrar las cuentas o compras en la web. Para que se entienda mejor, en lugar de andar con una, dos o tres tarjetas de crédito en la cartera, tener claves y códigos para cada una de ellas, y necesitar ingresarlas manualmente al realizar cualquier tipo de compra en internet, basta con tener un nombre de usuario y contraseña previamente asociado al servicio y todo será más rápido y fácil.
Otro elemento importante y cada vez más frecuente son las billeteras que funcionan mediante NFC o RFID asociadas a un teléfono, servicios de comunicación inalámbrica con los que basta acercar el aparato al sensor encargado del cobro para tener una transacción fácil y rápida. Y una tercera definición que es posible de dar es la que refiere a plataformas para comprar o pagar cuentas vía telefonía móvil sin estar asociado a un banco, mediante mensajes de texto, o aplicado a la cuenta mensual del cliente.
Para tratar más a fondo la existencia de estas plataformas AETecno habló con Joaquín Ayuso de Paul de Kuapay, una de las empresas proveedoras de este servicio.
“Nos dimos cuenta de que hay un 80% de transacciones en el mundo que se siguen haciendo en efectivo. Solo un 20% del mundo se mueve electrónicamente. Esto, junto con el hecho de que hay más personas en el mundo con teléfonos celulares que con agua potable o electricidad, hizo que nos diéramos cuenta de que si queremos atacar este 80% de mercado en efectivo, tendríamos que ir a través del celular”, asegura el creador de Kuapay.
Kuapay cree en la región estás las condiciones para seguir creciendo y potenciar el área de las billeteras digitales. “Los elementos necesarios para que en Latinoamérica surja un modelo de pagos vía celular ya están presentes. Se necesitan habitantes que tengan celulares y que quieran usarlos para hacer y recibir pagos. Y de esto tenemos por todo Latinoamérica.
Lo que no ha existido hasta ahora es una billetera lo suficientemente sencilla y efectiva como para que fuera atractiva. Ahí es donde entramos nosotros. Kuapay baja los costos de tener una billetera electrónica a cero para el consumidor y no le imputa costos proporcionales a los comercios, sino un costo fijo transaccional”, asegura Joaquín Ayuso de Paul.
Si bien Kuapay está confiado, sabe que tiene un contendor mucho más consagrado: Google Wallet. El sistema proviniente del titán de internet, Google, apareció en beta a finales del año pasado, y está disponible para usuarios con Android. Actualmente es uno de los más exitoso en su especie, pero América Latina muchas veces actúa como la excepción, y son efectivamente otros los servicios que se disputan el liderazgo; todo esto gracias al nueva panorama, que según el Estudio de Comercio Electrónico, proporcionará éxito en proyectos nuevos que aún no ven la luz. ¿De qué se trata? Se espera que el crecimiento en la región sea de 26% en el comercio electrónico a finales de este año y que será del 28,5% en 2013. Por su parte se prevé que internet móvil sea protagonista de muchas más compras, y que los smartphones y tabletas alcancen un 50% de penetración.
Movilway es una distribuidora de recargas telefónicas de Latinoamérica que busca ofrecer servicios de pago a través de la telefonía móvil en los mercados emergentes. Ofrece servicios en México, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Panamá, Brasil, Uruguay, Argentina, España, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, República Dominicana, Venezuela y en Estados Unidos.
“Movilway nació hace dos años como una compañía dedicada al pago de facturas y de servicios electrónicos", indica Dan Cohen, gerente general de Movilway, "también teníamos pagos a través de celulares de prepago, que de acuerdo a la información entregada por las empresas de telecomunicaciones, en América Latina representan un 90% de los teléfonos. Nosotros queríamos ayudar a la gente que quería pagar sus cuentas (agua, luz u otros servicios) y no estaban bancarizados”, cuenta Cohen.
Pero el éxito de la billetera electrónica en la región no depende sólo un aumento en la oferta o una masificación del proyecto, opina Cohen, es también la legislación reinante en la zona que aún no se hace efectiva lo que juega un importante papel. “En Africa la gente bancarizada es sólo el 2% y ellos tenía necesidad de productos. Pero el sistema que nosotros tenemos es el que sólo te deja hacer lo que está acordado en la ley. Una de las grandes trabas en América Latina es el tema regulatorio, pero de momento estamos buscando opciones para entregar algunos productos electrónicos”, cuenta.
Más allá del usuario común, Movilway busca ayudar al pequeño y mediano empresario que no tiene una cuenta en el banco. “Nosotros queremos ayudar a los micro-emprendedores. Todos ellos tienen muchos productos que los distribuidores no les dan créditos, entonces lo estamos proponiendo es crear una billetera para darle crédito a empresas sin pasar por un banco”, asegura Cohen.
El lado amargo
Todas las ganas que presentan los creadores de estas plataformas son muchas veces entrampados por otras características que deben cumplir (más allá de los legal que explicaron desde Movilway): la usabilidad del servicio y lo estándares de este.
“Una plataforma para ser confiable y eficaz requiere estar diseñada en una tecnología robusta, con un monitoreo permanente de continuidad del servicio. Esta plataforma debe mantener al usuario informado en todo minuto del estado de su transacción, más específicamente hablando del uso de un chat center personalizado dentro de nuestra estrategia de ecommerce, que finalmente hace la diferencia frente al cliente, que le permite sentirse atendido en forma tangible e instantánea”, asegura Felipe Figueroa, director ejecutivo de Ecomsur.