La idea es bastante simple. Fuera del automóvil, el conductor activa una aplicación desde su teléfono inteligente o cualquier objeto conectado, y el vehículo busca solo la primera plaza disponible para estacionarse.
Para aquellos que odian buscar un lugar para estacionar y temen realizar las maniobras para ello, hay posiblemente una solución a la vista: el automóvil que se estaciona solo.
No hay nadie dentro de un Range Rover en un estacionamiento de Las Vegas. Y sin embargo se mueve suavemente, localiza un lugar y comienza a entrar marcha atrás. En medio de la maniobra parece dudar un instante, vuelve a avanzar un poco y se ubica en una mejor posición. Como si un fantasma estuviera al volante.
El sistema, denominado “conductor automático” funciona “como un cerebro”, dijo Guillaume Devauchelle, vicepresidente a cargo de la innovación y desarrollo científico del fabricante de equipos automotores francés Valeo, que presentó este prototipo en el marco del Salón Internacional de la Electrónica de Consumo (CES), que tiene lugar en Las Vegas hasta el 10 de enero.
Las maniobras de estacionamiento son, según nuestro conocimiento, las más demandadas, debido a que es lo más difícil de hacer”, dijo Guillaume Devauchelle, vicepresidente de innovación y desarrollo científico de Valeo
“Actúa etapa por etapa, con una cierta libertad de decisión, y se adapta a todas las circunstancias”, señaló el ejecutivo, precisando que “hasta ubicándolo nuevamente en las mismas condiciones, no actuará dos veces de la misma manera”.
La idea es bastante simple. Fuera del automóvil, el conductor activa una aplicación desde su teléfono inteligente o cualquier objeto conectado, y el vehículo busca solo la primera plaza disponible para estacionarse. En el momento deseado, reactiva esa aplicación y “el automóvil regresará a esperarlo a la salida del estacionamiento”, explicó Devauchelle.
El sistema no necesita para funcionar de ningún equipamiento específico en el estacionamiento, aseguró. Se basa además en captores de ultrasonido que ya se utilizan en automóviles, como los radares para retroceso, por ejemplo. Solo hace falta agregarles algunos más, en la parte delantera y en los costados, y añadir si es el caso cámaras para reconocer lugares habilitados para minusválidos o entradas de garaje.
“El credo es hacer de esto algo accesible al mayor número” de consumidores, destacó Devauchelle, con tecnología que no solo esté reservada para vehículos de alta gama debido a su costo.
No solo equipamiento de confort
El sector del automóvil experimenta mucho sobre el concepto del vehículo autónomo. Ya existen prototipos que se mueven sin conductor, pero la mayoría de los esfuerzos se orientan hacia el desarrollo de tecnologías que mejoren puntualmente los automóviles que se comercializan en la actualidad, con aplicaciones como reguladores de velocidad, detectores de fatiga o la disminución automática de la intensidad de los faros cuando se enfrentan a otro vehículo.
Devauchelle enfatiza que esto va más allá de un equipamiento de confort: mejora la seguridad al reducir los riesgos de choque y “conserva la movilidad a personas que de otro modo no la tendrían. Por ejemplo, cuando usted es una persona anciana, que siente dolor al mover la cabeza y estacionarse le resulta muy difícil”, precisó.
Valeo señaló que tres millones de vehículos ya han sido comercializados con su sistema de estacionamiento semiautomático, que permite por ejemplo al automóvil estacionarse solo, pero aún obliga al conductor a permanecer frente al volante.
Informó además haber vendido a un constructor un sistema de estacionamiento teledirigido por teléfono inteligente, aunque éste también necesita que el conductor mantenga cierto control: debe mantener un dedo en forma permanente sobre la pantalla del smartphone donde se visualiza la maniobra, ya que en caso contrario se detiene el movimiento de inmediato.
El conductor totalmente automático presentado en Las Vegas es la próxima etapa. ¿En qué plazo? Eso dependerá de sus usos: por ejemplo, será más fácilmente adaptable para una compañía de alquiler de autos, cuyos estacionamientos están bastante estandarizados, destacó Devauchelle.
También habrá que hacer evolucionar una reglamentación “bastante mal adaptada a las tecnologías electrónicas”, que exige que el conductor mantenga sin interrupción el control de su vehículo, admitió.