Pasar al contenido principal

ES / EN

La famosa app para ciclistas ahora es una mina de oro con información para ladrones
Sábado, Enero 2, 2016 - 07:29

Los ladrones de bicicletas emplean la célebre app de registro de rutas Strava para rastrear y robar las bicis de alta gama, aprovechando cualquier descuido de sus usuarios.

Por Miguel Pérez para ThinkBig. Las apps de geolocalización para rutas en bicicleta se han convertido en un complemento indispensable para los aficionados de las dos ruedas, que han visto en estas aplicaciones para móvil una útil herramienta para experimentar nuevos itinerarios y compartirlos en la red con el resto de usuarios. El servicio de registro de rutas Strava es uno de las más populares, y por tanto, uno de los más compartidos en la red. Una popularidad que también han sabido aprovechar los amigos de lo ajeno para localizar las bicicletas más caras y aprovechar el más mínimo descuido de su propietario para hacerse con el botín.

Hay que reconocer la evolución experimentada por la tecnología móvil para diversificar su oferta y tratar de ofrecer servicios adaptados a las necesidades diarias de cada usuario. Pero el exceso de confianza y el desinterés por las recomendaciones en materia de seguridad y privacidad que a diario se publican en los medios especializados pueden convertir estos beneficios en un problema.

No olvidemos que hoy en día casi todo el mundo tiene acceso a la tecnología, incluso los ladrones, que también han sabido adaptarse a la era digital para perfeccionar sus actos delictivos amparándose en el anonimato que proporciona la red. Pero, la gran mayoría de veces, utilizar la tecnología con sentido común y seguir las recomendaciones de los expertos es más que suficiente para no exponernos de forma innecesaria a la vista de extraños.

Pues esto mismo es lo que ha hecho la policía de Gales a través de un comunicado, tras registrar un gran número de casos de robos bicicletas de alta gama perpetrados por delincuentes gracias al uso de la célebre app de geolocalización de rutas. En tal comunicado se instaba a los usuarios de Strava para que configuraran las opciones de privacidad de la aplicación y evitaran, en la medida de lo posible, compartir los datos de ruta a través de las redes sociales.

Según el portavoz de la policía, los datos compartidos muestran información relevante como fotografías de la bicicleta utilizada por el usuario. Fotografías que podrían utilizar los ladrones para comprobar el modelo y marca de la bici, con el propósito de rastrear aquellas que sean de alta gama, sustraerlas y venderlas después en el mercado de segunda mano.

Otro dato importante para los cacos, son los datos de inicio de la ruta y del final de la etapa que normalmente coinciden con el domicilio del usuario, así como el itinerario utilizado, las paradas realizadas durante el trayecto, tiempo empleado, etc. Datos más que suficientes para que el ladrón ejecute su acción al menor descuido del usuario.

Desde la policía se insiste en la necesidad de ocultar los datos de la ruta, o bien, compartirlos en redes sociales donde se disponga de grupos cerrados de amigos, para evitar que la información circule libremente por la red y pueda llegar a manos de otras personas. Evidentemente, estas recomendaciones son extensibles a todo tipo de servicios de registros de rutas así como otras aplicaciones de geolocalización ya consolidadas como Foursquare. Recuerda que el uso de la tecnología es libre y nunca sabes quien podría estar al acecho.

Autores

Think Big