Todo comenzó en 2011 cuando Apple denunció a Samsung, afirmando que le había robado su tecnología y la apariencia emblemática del iPhone. Hoy, Samsung ha sido liberado de pagar casi US$400 millones por tal acusación.
La Corte Suprema de Estados Unidos falló este martes a favor de Samsung en una disputa de patentes con Apple, desestimando un dictamen de un tribunal de apelaciones que dijo que la firma surcoreana debía pagar 399 millones de dólares a su rival por copiar diseños del iPhone.
Por una mayoría absoluta de 8-0, los jueces enviaron el caso de vuelta al tribunal menor para seguir adelante con el proceso.
El dictamen da a Samsung otra oportunidad para recuperar gran parte de la cantidad que pagó a Apple en diciembre, después de que un jurado determinó en 2012 que infringió patentes del iPhone y copió su apariencia distintiva al fabricar el Galaxy y otros dispositivos.
La corte indicó que un culpable de violar una patente no debe entregar siempre todas sus ganancias de la venta de productos que usan diseños robados, si estos cubren solo ciertos componentes y no el producto completo.
El dictamen se produjo tras una feroz batalla legal entre los dos principales fabricantes de teléfonos móviles que comenzó en 2011 cuando Apple denunció a Samsung, afirmando que su rival le había robado su tecnología y la apariencia emblemática del iPhone.
Samsung ha estado buscando recuperar 399 millones de dólares de los 548 millones que le pagó a Apple en diciembre del 2015 tras un fallo del 2012 que determinó que violó patentes del iPhone y copió su apariencia distintiva.
Para ello llevó el caso a la Corte Suprema, diciendo que no debería haber hecho el pago por copiar los diseños patentados de las esquinas redondeadas, los biseles y la colorida cuadrícula de íconos que representan programas y aplicaciones del iPhone.
Apple dijo que el éxito del iPhone estuvo atado a sus diseños innovadores, adoptados rápidamente por otros fabricantes. Samsung, en particular, tomó la decisión deliberada de copiar la apariencia del iPhone, afirmó Apple.
Samsung sostuvo que no debería haber entregado todas las ganancias por teléfonos que violaban las patentes de iPhone, diciendo que esos elementos contribuyeron apenas marginalmente a un producto complejo con miles de funciones patentadas.
Con los productos que usaron los diseños de iPhone, Samsung se convirtió en el mayor fabricante mundial de smartphones.