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La internet de los animales
Lunes, Mayo 12, 2014 - 17:53

Gracias a nuevos proyectos de recolección y procesamiento de data sobre el comportamiento animal, estamos retomando el enorme conocimiento que encierra el reino animal. Alertas tempranas a través de información del comportamiento animal, salud y enfermedad (gripe aviar, fiebre aftosa, Ébola) o cambio climático, son solo una pequeña muestra.

Somos animales. Pero nos desagrada ser llamados así, como si la sabiduría del reino animal y de la naturaleza fuera una ofensa para el sobreestimulado raciocinio del hombre contemporáneo. Como habitantes del mismo ecosistema tenemos ante nuestros ojos toda una montaña de datos provenientes del mundo animal que puede ser de gran utilidad para la vida humana y la de los mismos animales, data que solo algunos visionarios están recolectando, entendiendo y dándole sentido y utilidad. La ‘inteligencia animal', se asoma ante nosotros de la mano del big data de los seres vivos o cómo algunos lo llaman, desde la “internet de los animales”.

"Ciertos pájaros cantores de Europa regresan a sus áreas de invernación a África demasiado tarde", señala Martin Wikelski, director de Ornitología del Instituto Max Planck y profesor de la Universidad de Konstanz . "Una especie de currucas ha dejado de volar desde el norte de Europa hacia el sur. Al ver estos cambios nos ayuda a identificar los puntos problemáticos y tomar medidas. Los animales pueden sentir el ambiente de forma más precisa que los satélites. Ellos nos muestran mucho."

La exposición de Wikelski durante el Microsoft Research Faculty Summit 2014 de Viña del Mar planteó, a través de la tecnología y sus nuevos paradigmas, una realidad de la cual nos habíamos olvidado o, más bien, ignorado hace siglos. Wikelski nos recuerda, gracias a la belleza del big data y la visualización avanzada de datos, que el comportamiento animal encierra un conocimiento enorme, el cual no se está aprovechando y que puede aportar mucho al 'know how' en áreas como alertas tempranas ante desastres naturales a través de información del comportamiento animal, salud y enfermedad (gripe aviar, fiebre aftosa, Ébola), cambio climático, conservación, migraciones, entre otras. La sabiduría de nuestros ancestros, vuelve a nosotros transformada en miles de millones de bits!

(Relación del vuelo migratorio de aves con la gripe aviar. Crédito: fao.org)

Por ejemplo, Wikelski señala que el poder conocer y medir los patrones de movimiento de diferentes especies, es útil para realizar un seguimiento de la propagación de enfermedades como la gripe aviar, o las áreas (urbanas, semi urbanas, rurales, etc.) que podrán verse afectadas por el cambio climático. Tener esta data almacenada y analizada puede dirigir las políticas y estrategias de conservación sobre dónde crear áreas protegidas, donde poner atención y recursos para mejorar el higiene de determinada población, ¿dónde se transportarán las enfermedades?. Incluso mantener los aviones más seguros mediante la asignación de rutas de vuelo que eviten principales rutas de migración de aves.

¿Cómo se recolecta y procesa toda esta data animal?

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Gran pregunta. Vamos por parte. Toda este big data salvaje se basa en los Datos de seguimiento Animal (Animal tracking data) que nos ayudan a entender cómo los individuos y las poblaciones se mueven dentro de áreas locales, migran a través de océanos y continentes, y evolucionan a través de milenios. Esta información está siendo utilizada para hacer frente a los retos ambientales como el clima y el uso del suelo, la pérdida de biodiversidad, especies invasoras y la propagación de enfermedades infecciosas.

Muchos de los datos que son recolectados ya existen y son proporcionados por organismos relacionados, como puede ser el NOAA, la NASA o la National Geographic Society. Sin embargo, otras fuentes de información pueden ser obtenidas a través de los satélites, chips en el cuerpo de los animales o dispositivos en las mismas investigaciones de campo (cámaras, redes de sensores, micrófonos, gps, etc.).

(Los investigadores Reinhard Vohwinkel, izquierda, y Martin Wikelski, derecha, adjuntan una mochila de alta tecnología para un tucán salvaje. Las mochilas están diseñadas para caerse de las aves después de diez días. Foto cortesía de Roland Kays. Crédito: smithsonianscience.org)

Sin embargo, para que toda esta data animal entregue su inteligencia se necesita más. Es por ello que Wikelski lidera el proyecto ICARUS (International Cooperation for animal Research Using Space)  iniciativa  internacional de colaboración científica que está trabajando en la creación de una infraestructura basada en satélites para la observación de seres vivos como las aves migratorias, los murciélagos, o las tortugas marinas, entre otros.

El proyecto ICARUS se instalará en la mismísima Estación Espacial Internacional (IEE, por sus siglas en inglés) con la cooperación de la la Agencia Aeroespacial Alemán (DLR) y se instalará en el MLM ruso (Módulo Laboratorio Multipropósito) de la estación espacial internacional ISS en 2015. ICARUS es parte de un proyecto aún mayor denominado LEO (Low Earth Orbit), que busca crear infraestructura para la observación integral y global a largo plazo de animales de todos los tamaños desde el espacio exterior.

Según detalló el profesor Wikelski la data obtenida permitirá avanzar en las investigaciones sobre la propagación de enfermedades de animales a seres humanos (zoonosis), cambio climático y prevención de desastres, por mencionar algunas con más impacto inmediato en la vida humana.

 

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Sin embargo, no podemos dejar de mencionar la importancia de los ecosistemas para la permanencia de las especies 'per se'. El informe ‘Living Planet: Connected Planet - La prevención de la Final de Migraciones de la fauna del mundo a través de las redes ecológicas’,  se centra en la relevancia de las rutas migratorias y su vulnerabilidad.

“Al igual que en los modernos centros de tráfico del mundo, tales como aeropuertos, puertos y rutas de viaje, estas especies (las aves) dependen de puntos de acceso, corredores migratorios y lugares seguros para repostar, descansar o navegar con seguridad en un mundo lleno de riesgos. Estas redes ecológicas son vitales para la supervivencia de las poblaciones migratorias. La pérdida de una red ecológica, o de partes de ella, se puede comparar a los efectos dominó que se producen en la sociedad por el cierre del tráfico aéreo, del transporte marítimo y del transporte por carretera, o de cualquier fuente de abastecimiento”, señala el estudio ‘Living Planet: Connected Planet.

Pero ICARUS no funciona solo. Cuenta un socio no menos relevante: Mover Bank. Esta base de base de datos en línea de datos de seguimiento animal del Instituto Max Planck contiene ya múltiple información que abarca continentes, especies y décadas de investigación global. ICARUS alimentará aún más a Mover Bank.

 

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LiveANDES: el aporte de la región al cuidado de la biodiversidad

“Cada especie animal es una pieza muy importante de un puzzle que para cada científico e investigador y es crucial en el éxito de la preservación de las especies en peligro de extinción para las generaciones futuras”, dice Jaime Puente, director de Microsoft Research Connections para Latinoamérica. Puente fue uno de los anfitriones y destacados ejecutivos del  Microsoft Research Faculty Summit 2014 de Viña del Mar.

Siguiendo la línea de investigación de ICARUS y Move Bank, el proyecto LiveANDES desarrollado por investigadores de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), ICT Research y Microsoft, es una plataforma en la nube que permite recolectar y analizar datos sobre la vida silvestre de América Latina en base a fotografías enviadas a la plataforma, tanto por investigadores como científicos. Las especies ‘subidas’ a LiveANDES se muestran georreferenciadas y con información y estadísticas de interés para cada especie. La idea es que esta base de datos se pueda cruzar con datos de otras entidades y conformar una plataforma que sirva de gestión de estrategias y políticas de conservación.


Lo interesante de este proyecto es que permite al usuario, a los miles de ‘científicos ciudadano’, tomar una fotografía de una especie y subirla a la plataforma. La idea es informar y generar conciencia de la importancia de la conservación de especies y hábitats vulnerables, que muchas veces pasan desapercibidos por la gente y la propia autoridad.

“Esperamos que LiveANDES nos ayude a un mejor entendimiento de la distribución de especies nativas”, dice Mariano de la Maza de CONAF. “Incluso podríamos encontrar especies en nuevos lugares que desconocemos”.

La mezcla entre tecnología y biodiversidad es la que motivó a Ignacio Sanchez de la PUC. “El proyecto LiveANDES nos permite aprender más sobre la implementación de la tecnología, no solo para enseñar sino para promover la biodiversidad”, dice Sanchez.

LiveANDES aún no está del todo finalizada, pero ya está operativa. Funciona sobre la plataforma en la nube de Azure de Microsoft.

¿Podremos predecir la llegada de un tsunami por el extraño comportamiento de un banco de atunes? La respuesta es sí: investigadores lograron asociar el comportamiento extraño de las cabras cercanas al monte Etna con una incipiente actividad volcánica del mítico monte. (Acá el link de esta investigación).

La 'inteligencia oculta' del reino animal debe ser tomada en cuenta, recolectada, analizada y transmitida a la población de forma clara y oportuna. La tecnología está disponible, solo hace falta la visión, voluntad y los recursos para apoyar proyectos que no tienen un ROI evidente, el ROI de estas iniciativas es incalculable: la preservación de las especies, incluída la humana.

Crédito foto principal: beautifulafricanwildanimalspets.blogspot.com

Autores

Pablo Albarracín