Poco a poco algunos sitios comienzan a ofrecer descarga de música con pago en moneda nacional, en una tendencia que llega con varios años de retraso.
Ante la piratería y los nuevos hábitos de consumo, surgen negocios para bajar música legalmente en el país.
En Venezuela el formato físico de la música, mejor conocido como CD o Compact Disc (Disco Compacto) se ha convertido en un artículo exclusivo para fanáticos. Sin embargo, el mercado de la música nacional ha sabido reinventarse haciendo uso de las alternativas entre el formato digital, el formato físico y los conciertos, sin olvidar otras actividades que generan regalías para los artistas y colaboradores.
Como una alternativa para artistas y productores de música, nace la página iChamo.com, la primera tienda digital de música en Venezuela. Una iniciativa que surge gracias a los emprendedores Luis Mori, Angel D'Agosto, Igor Arena y David Lugo, creadores de la primera plataforma de descarga digital de música legal en el país.
Puede pensarse que el alto costo de producir música en Venezuela habría reducido la cantidad y variedad de nuevos talentos o la calidad de los mismos; +sin embargo, Ángel D'Agosto indica que, al contrario, cada vez hay más artistas, sobre todo independientes.
La página web iChamo busca ser una iniciativa que "promocione y facilite la forma en que los artistas se dan a conocer dentro de Venezuela", señaló Mori. El website presenta una biblioteca con más de 4.200 temas musicales, con 80% de material nacional. Según el mismo Mori, la página también pretende servir de plataforma para que artistas puedan obtener regalías por música que él mismo considera que "tienen un valor. Un disco vale por lo que representa y todas las personas involucradas en su elaboración, no sólo el artista".
"Aquí las bandas y artistas emergentes regalan la música porque quizá no tienen otra alternativa. El artista se ve arrinconado a regalar la música. Creo que la promoción es válida, pero a veces el artista no tiene los medios o el capital para crecer como otros. Queremos apoyarlos a todos en este mercado que consideramos parte de una tendencia mundial", señaló Mori.
Calidad de la música local
La diversificación de los géneros musicales en Venezuela ha dado pasos agigantados, desde la música tradicional, pasando por la fusión y llegando a la música electrónica. Sin embargo, el mercado musical tampoco ha sido tan sencillo de abordar, sobre todo por la piratería.
Luis Lange, inversionista y empresario musical creador de la página Melomaniaco.net y fundador de World Sound Bank, comentó que "ha habido un crecimiento de géneros y artistas. La necesidad de generar contenidos es clave. Hay películas nacionales e internacionales que requieren música hecha a su medida o ya grabada. Por ejemplo, el filme "Hermano" necesitaba una banda sonora y la tomó de la banda Bacalao Men y pidió las licencias. El mercado es extensísimo hoy en día y los nichos se han hecho más grandes. El artista se ha empezado a retroalimentar y producir más música".
Contra esto y los altos precios de lograr un formato físico de música, se podría creer que la calidad de audio se ha visto trastocada. Según indica el mismo Lange, la música no ha bajado de calidad, ni tampoco el gusto del venezolano. Por el contrario, se ha diversificado. Tampoco considera que la venta de mp3 o de discos piratas tenga una pérdida de calidad palpable en productos realizados por artistas.
Lange agregó que el deterioro de la calidad "se puede verificar en los altos de las canciones. El gusto del venezolano no se ha afectado por la calidad de los discos piratas".
La transformación del formato físico
Realizar un disco de estudio puede costar cerca de 30.000 bolívares (en torno a 4.700 dólares); esto, sujeto a cambio por la cantidad de ejemplares a producir (no copias, se debe acotar que la copia en español es la versión ilegal o pirata).
Además, se debe tomar en cuenta la inversión que se hace en promocionar el artista. En palabras de D'Agosto "estar en los primeros puestos de las carteleras cuesta muchos millones de bolívares". Lo que ha hecho la promoción es orientarse más a plataformas digitales, como redes sociales y páginas web.
Aquí, resulta fundamental la opinión de los músicos. Luis González, parte de la agrupación 7ma Bohemia, indicó que "a nivel de distribución no es tan fácil. Creo que en la medida en que la tecnología permita la producción musical, más personas atenderán a esa iniciativa. A medida que se abaratan los costos de producción de discos, más gente los utiliza como una tarjeta de presentación", relegando al CD a un artículo de colección y para fanáticos de bandas, más que un formato de distribución o para adquirir canciones.
González agrega que "el disco pasa a ser parte de la publicidad más que del compacto musical". Por su parte, Carlos Curto, cantante de la banda Levítico, sostiene que "antes la gente le gustaba una canción y compraba el disco o la cazaba en la radio.
Curto agregó que el formato digital "tiene muchas ventajas porque la gente no consume un disco completo sino canciones". Ambos músicos determinaron que una de las debilidades del mercado musical venezolano es la falta de visibilidad de los artistas, lo que sugiere que un proyecto digital para promocionar la imagen de bandas emergentes y consolidadas, especialmente en redes sociales con costos más accesibles puede significar un vuelco en el manejo de la imagen artística.