El reciente hackeo o 'jailbreak' del nuevo sistema operativo de Apple, iOS 7, develó la existencia de un creciente mercado negro.
Cada año Apple lanza una nueva versión del software que corre en sus icónicos iPhone, iPad y iPod. Y cada año una pequeña, pero obstinada comunidad de hackers intenta romperlo o, como ellos le dicen, buscan hacerle jailbreak.
La idea de liberarse siempre ha resultado tentadora. Apple pone estrictos límites acerca de cómo usar sus dispositivos móviles, por ejemplo, definiendo que todas las aplicaciones pueden ser compradas solo a través de su lucrativa tienda iTunes. Por contraste, los hackers se mostraban como héroes que, en su tiempo libre, trabajaban por la liberación de lo que irónicamente llamaban “el jardín cercado” de Apple. El objetivo era llevar a los usuarios a una tierra con un nuevo software virtualmente sin límites.
Esta imagen decayó recientemente cuando destacados hackers fueron acusados de que habían estado trabajando por dinero, no por ideales. Los supuestos pagos habrían llegado desde inversores chinos, ansiosos por beneficiarse de la venta de los productos de Apple en dicho país.
Si bien no hay pruebas del intercambio de dinero, la controversia sirvió para destacar cómo las restricciones de Apple en sus dispositivos móviles disparó la creación de mercados alternativos. Ahora la emoción de tratar de vencer a una de las compañías más ricas del mundo se mezcla con la posibilidad de obtener gruesas ganancias.
“Todo lo que pueda romper un agujero en las ventas de los dispositivos de Apple vale un montón para alguien”, dijo Brian Krebs, quien trata temas de ciberseguridad en su blog KrebsOnSecurity. “Si hacés el jailbreak, significa que hay millones más de aplicaciones para vender”, agregó.
Las aplicaciones para dispositivos móviles ganaron casi US$ 27 mil millones en 2013 y, según la firma de análisis Gartner, obtendrán más de US$ 74 mil millones en 2017. Apple reportó ganancias por US$ 9,3 mil millones el año pasado en iTunes, la cual vende música, películas y libros electrónicos, además de aplicaciones.
Para Apple, la clave de su futuro crecimiento está en China, donde los dispositivos con Android llevan la delantera. Pero la empresa de la manzana está trabajando para poner fin a esa diferencia: en diciembre anunció que vendería el iPhone a través de China Mobilie, el mayor operador de telefonía móvil del mundo.
Romper las cadenas
El ecosistema controlado de Apple es parte de su atractivo. El fundador de la compañía, Steve Jobs, quien murió en octubre de 2011, estaba obsesionado con cada detalle de la experiencia del usuario. Su objetivo era tener un hardware, software y servicios online trabajando en conjunto sin interrupciones.
Los dispositivos con Android son creados por muchos fabricantes distintos y los usuarios pueden cargar aplicaciones de cualquier tienda. Por el contrario, Apple crea sus propios productos y controla rigurosamente las aplicaciones en iTunes, la cual generalmente se queda con 30% de las ventas y deja de lado a los desarrolladores que no adhieren a las numerosas reglas de la compañía.
“Los productos de Apple son como hermosas cárceles de cristal. La desviación no está permitida”, dijo Peter Eckersley, director de proyectos tecnológicos de la Electronic Frontier Foundation, un grupo por las libertades civiles.
Con jailbreak, los usuarios pueden obtener importantes nuevos poderes. Por ejemplo, pueden mentir en su ubicación para evitar el monitoreo y clausura de servicios por geolocalización.
“La meta de Apple siempre ha sido asegurar que nuestros clientes tengan una gran experiencia con su iPhone y sabemos que hacer jailbreak puede degradar de forma severa la experiencia”, dijo en un comunicado el vocero de la firma, Trudy Muller. A lo que agregó: “La vasta mayoría de los consumidores no hacen jailbreak a sus iPhone ya que puede violar la garantía y provocar que el iPhone se vuelva inestable y no funcione de forma confiable”.
Pagar por el hackeo
La reciente controversia surgió cuando, unos días antes de Navidad, el grupo de hackers conocido como los evad3rs lanzó las primeras herramientas de jailbreak disponibles públicamente para iOS 7. Las mismas también incluían una tienda de aplicaciones china, llamada Taig, para los dispositivos que estuvieran programados para usar mandarín.
Esto fue lo que detonó la violenta reacción. Hubo críticos que acusaron a los hackers de secretamente vender sus usuarios a Taig, cuya tienda de aplicaciones incluye material pirateado.
“Estamos muy molestos con que, a pesar de nuestro acuerdo y revisión de su equipo, sigue habiendo piratería en la tienda. Es inaceptable y están trabajando arduamente para resolver el problema de la buena fe”, informaron los evad3rs en una extensa carta publicada en su sitio web. Allí también decían que Taig sería retirada de jailbreak si no resolvían el asunto.
Poco después, los evad3rs quitaron a Taig. Los hackers dijeron en una segunda carta pública: “Han habido muchos rumores que detallan diferentes cantidades de dinero que se nos pagó. No hemos recibido plata de ningún grupo, incluyendo Taig”.
También unos días después de Navidad, alguien publicó online lo que parecía ser la grabación oculta de una conversación entre un hacker llamado Geohot y un hombre de mediana edad tratando de comprar por US$ 350.000 un paquete aparte de las herramientas del jailbreak de iOS 7. Si bien es imposible verificar su veracidad, la charla parecía ser previa a que los evad3rs lanzaran su jailbreak y era sorprendentemente detallada, mencionando hasta los impuestos derivados del arreglo. El comprador final, según dice el hombre no identificado, era una compañía china.
Geohot es George Hotz, un investigador de seguridad que fue demandado por Sony por desarrollar el hackeo de la consola PlayStation 3. En una reciente publicación en su sitio web dijo que estaba en una carrera con los evad3rs por lanzar el jailbreak de iOS 7, pero negó que tuviera un acuerdo para venderlo: “Estaba trabajando en una versión pública, gratuita, sin China, al estilo de la vieja escuela de jailbreak. Los evad3rs lo lanzaron primero”.
Pagar por la inseguridad
Hubo una época en que los jailbreaks y otros tipos de hackeos estaban ampliamente disponibles de forma gratuita. Pero las vulnerabilidades en la seguridad se han vuelto mercancías valiosas, en parte por la demanda de los servicios de inteligencia del gobierno de Estados Unidos, como la Agencia de Seguridad Nacional, además de otros países y empresas.
Aún así, los analistas dicen que el jailbreak continuará siendo atractivo para los hackers, los inversionistas y los usuarios ansiosos por liberar el jardín cercado de Apple.
“La principal razón es que te da la sensación de estar derrotando al sistema”, dijo Whit Andrews, analista de Gartner. Y agregó: “Cada vez que una organización establece controles estrictos, crea un incentivo social por evadirlos”.
Cómo hacer jailbreak a iOS 7 en cuatro pasos:
1. Requerimientos
Para empezar es necesario que el dispositivo móvil corra con iOS 7, preferentemente en la versión 7.0.4 (ver en “Ajustes”). También se requiere de una computadora con Windows (XP mínimo), Mac OS X (10.7 mínimo) o Linux (x86, x86_64). Si se trata de una PC con Windows, iTunes debe estar instalado. Por último, se precisa un cable USB para conectar el dispositivo a la computadora.
2. Descargar
Ingresar al sitio oficial de los evad3rs (evasi0n.com) y descargar el jailbreak correspondiente. Deszipear los dos archivos y colocarlos en el escritorio de la computadora. Antes de comenzar el hackeo, es aconsejable respaldar el dispositivo usando iTunes o iCloud. “Si algo se rompe, siempre vas a poder recuperar tu información”, informan los propios evad3rs.
3. Hackear
Con el dispositivo conectado a la computadora vía USB, ejecutar el archivo “evasi0n7”. Cuando se abra una ventana, cliquear en “jailbreak”, lo que comienza el proceso de hackeo. Los evad3rs recomiendan “evitar todas las tareas realcionadas con iOS y iTunes hasta que evasi0n esté completo. ¿Por qué no aprovechar el breve descanso de la computadora para estirar las piernas?”.
4. Actividades
Durante el proceso de instalación, el usuario tendrá que realizar algunas tareas simples. Una vez finalizadas, el jailbreak está completo. En la pantalla aparecerá un nuevo ícono llamado Cydia, el lugar donde todos los ajustos y las aplicaciones se almacenan. “No es tan elegante como la App Store de Apple, pero en cuanto te acostumbres, todo es fácil de hacer”, publicó la revista Forbes.