Un grupo de desarrolladores presentó una versión sintética de este órgano, que por medio de sensores puede percibir calor, humedad o incluso, texturas.

Una piel sintética, pero prácticamente igual a su versión original. Este es el último invento de un grupo de desarrolladores de Corea y Estados Unidos, que buscan dar un aspecto más real a las prótesis incluyendo una esperada función, la capacidad de "sentir".

Este nuevo tipo de piel artificial, llamada PDMS (polydimethysolxane) , está creada en base a un polímero, recubierto por una serie de sensores muy flexibles, que permiten que el material se estire, y capaces de resistir golpes. De esta manera, cada milímetro cuadrado de este sistema cuenta con alrededor de 400 de estos equipos, capaces de “sentir” como una piel normal.

Por medio de esta tecnología, presentada en la revista Nature, las prótesis podrán reconocer texturas, calor, humedad, todo por medio de su estructura de silicio y oro, capaz de transmitir corrientes eléctricas asociadas a cada una de estas sensaciones.

La creación de este invento fue posible gracias a un estudio del movimiento natural de la piel y su reacción, según las diferentes partes del cuerpo, a la sensación de tacto. Con esto, no sólo se pudo replicar el funcionamiento normal de este órgano, sino que además, los desarrolladores lograron simular su temperatura normal.

Hasta el minuto, el mayor obstáculo de estos expertos ha sido mantener el flujo constante de la información que recoge el invento. Si bien esta piel artificial puede percibir temperatura o texturas, sus creadores todavía no han conseguido que estos datos puedan ser reconocidos y asimilados por el cerebro.

Este será el próximo desafío del equipo internacional de desarrolladores, que una vez que esté resuelto significará un avance crucial en el desarrollo de nuevas prótesis que no sólo sean funcionales en movimiento sino que también puedan devolver a pacientes amputados la capacidad de sentir.