Científicos de la Universidad de California crean un tejido extremadamente delgado que es capaz de hacer que los objetos que están debajo desaparezcan jugando con las longitudes de onda de la luz.
Por Ara Rodríguez para ThinkBig. En un hipotético mundo en el que pudiésemos obtener un poder sobrenatural, y además nos diesen a elegir, es posible que mucha gente eligiese el don de la invisibilidad. Una capacidad que nos podría permitir infinitas posibilidades, trastadas. Poderes no vamos a poder tener, de momento. Y una capa de invisibilidad mágica fabricada con pelo del animal fantástico demiguise como la que usaba Harry Potter, el ídolo de la infancia de muchos, tampoco. Pero ¿quién ha dicho que, en cierto modo, la ciencia no tenga algo de magia?
Juegos y animales fantásticos aparte, ya se han dado casos en los que, a través de una serie de avances tecnológicos, se ha conseguido crear esa ansiada invisibilidad. Ya hablábamos en abril de un grupo de investigadores suecos que, mediante realidad virtual, habían creado una verdadera sensación de que las cosas desaparecían ante nuestra vista. Pero no dejaba de ser una sensación, o una manera de engañar al cerebro para comprobar qué se siente cuando desaparecer. Hoy, y con solo unos meses de diferencia, podemos decir que ya estamos un poquito más cerca de que no sea solo una sensación y que se convierta en una realidad.
Un grupo de científicos, liderados por el doctor Xiang Xhang, de la Universidad de California, Berkeley, han sido capaces de crear una especie de tejido que es capaz de hacer invisibles los objetos que se ocultan tras el, según acaban de publicar su estudio en la revista Science.
Dicho tejido es extremadamente delgado, 80 nanómetros de espesor para ser concretos. De momento, solo se ha conseguido ocultar objetos de un tamaño mocroscópico de 36 micrómetros cuadrados, o lo que es lo mismo, un pequeño grupo de células vivas. Es cierto que el tamaño es diminuto, pero nada apunta a que esto no sea posible en objetos de gran tamaño en un futuro próximo.
¿Cómo es posible esto, si no es con realidad virtual? El tejido está confeccionado con pequeñas fibras de tamaño microscópico que afectan directamente al reflejo y la trayectoria de la luz sobre la “tela”. Cuando las fibras detectan un haz de luz sobre ellas se activan e invierten su polarización haciendo desaparecer el objeto que hay debajo, funcionando igual que cuando la luz rebota contra un espejo. El problema es que los científicos aún no han conseguido mantener dicha invisibilidad cuando existe movimiento, ni que el tejido sea capaz de detectar todo el espectro de longitudes de onda existentes que le permitirían adaptarse a todos los ambientes.
Independientemente de todo esto, quién sabe. A lo mejor dentro de unos años estamos paseando por la calle con nuestro propio modelo de capa invisible.
Imagen | Andrefisika