El incidente no sólo significó la destrucción de un satélite de comunicaciones de US$200 millones, sino que también otro tipo de daños.
SpaceX reveló este viernes que cambiaría sus vuelos a una segunda zona que casi está terminada, luego de los daños que sufrió el jueves su plataforma de lanzamiento por la explosión de un cohete perteneciente a la compañía de servicios espaciales dirigida por Elon Musk.
La Administración Federal de Aviación ha enviado a siete personas a Florida para supervisar la investigación del desastre, dijo el portavoz de la agencia Hank Price. La oficina estatal, que fiscaliza los lanzamientos de cohetes comerciales en Estados Unidos, exige que los vuelos de SpaceX sean suspendidos a la espera de los resultados de la investigación.
Cualquier señal de un malfuncionamiento del cohete podría requerir que se realicen cambios a toda la flota de SpaceX. Después de que un cohete de la compañía estalló en junio del 2015, el programa fue pausado por seis meses mientras se reemplazaban piezas defectuosas de sus vehículos de lanzamiento Falcon 9.
Los daños al Complejo de Lanzamiento 40 de SpaceX en la Estación de la Fuerza Aérea en Cabo Cañaveral aún están siendo evaluados.
"La plataforma claramente sufrió daños, pero la extensión aún debe ser totalmente determinada", dijo el viernes SpaceX en un comunicado.
Imágenes del lugar del lanzamiento después de la explosión mostraban que la parte superior de la torre de lanzamiento, que es utilizada para levantar al cohete y mantenerlo en posición vertical, se inclinó.
La Fuerza Aérea de Estados Unidos dijo en un comunicado que los daños parecían estar contenidos dentro del complejo de lanzamiento de SpaceX.
La causa del accidente, que destruyó un satélite de comunicaciones de US$200 millones, está bajo investigación. En tanto, más de 70 misiones a bordo de los cohetes Falcon, con un valor de más de 10.000 millones de dólares, están suspendidas.