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Las oportunidades entre universidades y empresas tecnológicas
Jueves, Marzo 1, 2012 - 17:42

Ya no es extraño ver triunfar en Silicon Valley a innovaciones tecnológicas incubadas en universidades de la región que recibieron apoyo de alguna gran empresa de tecnología. Los diferentes programas, alianzas, concursos, capacitaciones, entre otras figuras de asesoramiento, entregan una gran oportunidad para los jóvenes talentos, las universidades y la industria local.

Aunque pueda parecer más un pasaje de una novela de ciencia ficción que un hecho real, en la actualidad se puede trabajar con un PC sólo con órdenes de nuestro cerebro y sin la necesidad de usar las manos. Esta tecnología ya está disponible gracias al trabajo de tres  jóvenes ingenieros chilenos de la Universidad Técnica Federico Santa María (UTFSM) que desarrollaron Lifeware Integra, que permite a personas con serias discapcidades motoras utilizar un computador mediante un dispositivo en la cabeza que lee las ondas cerebrales y que por medio de un software interpreta los movimientos de la cabeza como el mouse y los pestañeos de los ojos como clicks.

Esta innovadora solución tecnológica, que fue apoyada desde sus inicios por la Incubadora 3iE de la UTFSM, cuenta con el programa de apoyo a empresas emprendedoras BisZpark de Microsoft, espaldarazo que desembocó en la participación de Lifeware Integra en el Intel Global Challenge 2011, el concurso mundial de innovación y planes de negocios organizado por Intel y la escuela de negocios Haas de la Universidad de California, Berkeley. Los chilenos, que obtuvieron el primer lugar en la etapa Latinoamericana del concurso, lograron ubicarse dentro de los 8 finalistas globales, únicos seleccionados de toda América. Hasta ahora, cuatro equipos chilenos han logrado llegar a esta instancia final, y tres han sido proyectos apoyados por la incubadora 3iE: Valtec, Gled y Lifeware.

Casos como los de Lifeware Integra están haciéndose más recurrentes en la región, gracias a los programas de cooperación y alianzas estratégicas que están implementando algunas empresas tecnológicas globales con universidades, que están apostando por los jóvenes talentos y el virtuoso ecosistema de las casas de estudio y centros de prestigio para acelerar el desarrollo de soluciones. Los beneficios son para ambos lados y ojo, que no necesariamemte los jóvenes terminan en los laboratorios de dichas empresas.

"El Centro de Desarrollo de Software (ASDC) de Intel en Córdoba, Argentina, nace el 2006 para promover la federalización del país, creándose un convenio con la provincia y las universidades. Córdoba es la zona que más estudiantes provee en Latinoamérica y hoy en día el ASDC tiene 200 ingenieros desarrollando software", dice Ricardo Medel, de Intel - ASDC. "Desde el inicio el ASDC comenzó ayudando con profundos conocimientos tecnológicos a emprendedores locales con habilidades para innovar, lo que es algo vital para el desarrollo del país".

El ASDC contrata a talentos recién licenciados y/o  profesionales con trayectoria, con la finalidad de aumentar sus conocimientos y crecer profesionalmente. El resultado: desarrollo de software tanto para el mercado nacional como mundial. Intel cuenta además con otros centros de I+D en Latinoamérica, especializados en diferentes necesidades de la industria tecnológica. Uno está ubicado en Guadalajara y se especializa en el testeo de hardware; y el otro, se encuentra en Costa Rica y se dedica a la fabricación de hardware. El de Argentina es el único en la región que desarrolla software.

La consultora Gartner publicó el 2011 un informe sobre la experiencia del Sigma Software Factory Learning Center, creado por la empresa española Sigma Gestión Universitaria y que implementa plataformas tecnológicas al interior de las universidades para que mejoren su quehacer. Gartner destaca el modelo productivo de Sigma mediante la creación del centro de desarrollo de software donde los estudiantes mejoran la eficiencia del desarrollo de software, además de beneficios en la formación y atracción de talentos.

Otro modelo interesante que está presente en las universidades más importantes de la región, es la suite de apoyos de Microsoft, que combina una serie de programas con las universidades, estudiantes y emprendedores, entregando software y conocimiento de punta para que los talentos puedan desarrollar las soluciones que la plataforma Microsoft va requiriendo.

Una de las más antiguas, que ya cumple cerca de 10 años, es el  Microsoft Developer Network Academic Aliance (MSDN). Wilson Pais, director de Innovación y Nuevas Tecnologías de Microsoft Chile, dice que este programa está vigente en todas las universidades de prestigio de la región. “El MSDN es una suscripción anual para estudiantes y profesores de alguna facultad o departamento que entrega los software, servidores y herramientas necesarias en un ambinete educativo de laboratorio no comercial. Este contrato tiene un valor inferior a los US$1.000 y  cubre todo un año”.

Sin embargo, la compañía de Redmond también dispone de apoyos gratuítos que incluso están incluyendo a jóvenes de enseñanza secundaria y de colegios. Se trata de DreamSpark, creado hace unos 5 o 6 años y que no requiere de tener un acuerdo firmado con la universidad. Pais explica a AETecno que sólo se necesita ingresar al sitio con un email de la universidad o colegio, lo que permite el acceso a descargar herramientas de desarrollo y a todos los productos que  podrían llegar a ser usados en una carrera de tecnología, ingeniería o matemática. Y es totalmente gratis. 

Otro modelo que ha tenido éxito en la región en buscar alianzas estratégicas universidad-empresa que entreguen desarrollo y bienestar, no sólo a la compañía y al beneficiario, sino que al país y a los mercados locales tambien, es lo que sucede en el Parque Informático de La Punta (PILP), en la provincia de San Luis, Argentina, donde ha sido la universidad (el Estado), quien se ha acercado a las empresas tecnológicas. El resultado: actualmemte son cerca de 20 las empresas desarrolladoras de software que están alojadas en el PILP, entre las que destacan Mercado Libre e Indra. El PILP se encuentra al interior del campus de la Universidad de La Punta.

“Las empresas de desarrollo de software necesitan más recursos humanos del total de lo que producen todas las universidades privadas y públicas del país. Entonces, qué hicimos nosotros: preguntamos a las industrias qué tipo de profesionales necesitaban, además de un apoyo muy fuerte al desarrollo y educación de la ciencia y tecnología en toda la provincia”, dice Alicia Bañuelos, rectora de la Universidad de La Punta. “Los empresarios pueden encontrar hoy en la provincia de San Luis recursos humanos preparados, y con ello vemos que la política que estamos llevando adelante está dando resultados”.

El modelo del PILP incorpora también a empresas locales de menor tamaño, pero que están en las mismas condiciones para desarrollar aplicaciones que puedan revolucionar la industria. “No es necesario estar en una gran empresa tecnológica para desarrollar productros únicos y llamativos, ahora las pequeñas empresas tienen gente competente igual que las grandes, que pueden desarrollar las aplicaciones para celulares (por ejemplo)”, dice el ejecutivo del  ASDC de Intel en Córdoba.

Todo parece indicar que las posibilidades de acercamiento entre las grandes corporaciones tecnológicas y las universidades de la región irán fortaleciéndose, en la medida que el recurso humano calificado esté a la altura de conformar el área de I+D de estas firmas y que el nuevo conocimiento generado pueda apalancar el desarrollo local.

Al respecto, en la zona sur de Chile, específicamente en la región de La Araucanía, en la ciudad de Temuco, la compañía de servicios TI Everis instaló en el campus de la Universidad de La Frontera (UFRO) Everis Center, un centro de servicios y desarrollo tecnológico en una zona con un gran potencial de crecimiento como Cluster de Servicios Globales (offshoring), captando el recurso humano disponible y aumentando sus competencias. "Fue una oportunidad que permitió expandirme y tener mucho más claro las tecnologías que se utilizan y el ambiente en que se trabaja”, dice Johan Bachsman, estudiante de Ingenieria informática de la UFRO y participante del Centro Everis.

Este centro de I+D busca la descentralización y el desarrollo de polos tecnológicos regionales. Ya el 2007 Everis inauguró un Centro de Alto Rendimiento (CAR) para universitarios ubicado en la UFRO el cual derivó en este centro que actualmente tiene con 140 desarrolladores y que espera para el 2014 contar con 500 profesionales. Everis cuenta con estos centros en Madrid, Barcelona, Sevilla, Murcia, Alicante, y sólo tres en Latinoamérica: Argentina, Chile y Brasil.

"El alumno postula a través del jefe de carrera de la universidad y dependiendo de su carga horaria y los años de estudio que tenga se determina si puede ingresar o no a Everis Center”, dice Alejandra Jaramillo, gerente de Everis Center Chile. "La mayor ventaja de implementar este centro es que se puede conocer a los futuros profesionales a edades tempranas, y eso es fundametal para poder fomentarle desde muy temprano la adquisición de conocimientos y habilidades para poder ingresar a la compañía. Es un semillero constante y que no necesariamente trabajan después en Everis".

Todos los expertos consultados señalan que la región vive un momento especial de crecimiento y de generación de talento, que incluso está provocando la exportación de cerebros que están creando propiedad intelectual. El recurso humano es fundamental para que se produzcan acercamientos entre las empresas de tecnología y los talentos locales. "No podemos tener una industria de software, de videojuegos, social media o web si no tenemos profesionales brillantes y con talento... Microsoft está convencido de que desarrollando el talento humano alimentamos a la industria, generamos empresas, se crean start-up, lo que genera una energía positiva en la economía del conocimiento”, dice Pais.

Deberemos esperar un tiempo para ver la maduración de proyectos como Lifeware Integra y si realmente tuvieron un impacto en el mercado y el desarrollo de las comunidades locales . Junto a ello, también se debe tener en cuenta el tiempo y lo rápido que se mueve el mundo de la tecnología, donde el cardumen es grande, pero pocas son las pescas. “No hay ninguna disciplina del conocimiento que no se esté duplicando cada dos años, por lo tanto, cuando se dice que se entiende este fenómeno actual, se debe comprender la aceleración que está recibiendo la adquisicón del conocimiento. Entonces, si uno no quiere que su pueblo, su gente, quede atrás y que pueda participar en la elaboración del conocimiento, entonces tiene que invertir”, dice uno de los expertos consultados.

Autores

Pablo Albarracín