La salida de Travis Kalanick cierra un periodo tumultuoso para la compañía de servicios de viajes más grande del mundo, que alteró la industria de los taxis y desafió las regulaciones de transporte a nivel mundial.
El presidente ejecutivo de Uber Technologies Inc, Travis Kalanick, cofundador de una de las compañías de tecnología más influyentes de su generación, dimitió el martes bajo la creciente presión de los inversores tras una serie de contratiempos.
La salida de Kalanick cierra un periodo tumultuoso para la compañía de servicios de viajes más grande del mundo, que alteró la industria de los taxis y desafió las regulaciones de transporte a nivel mundial.
"Amo Uber más que nada en el mundo y en este momento difícil en mi vida personal he aceptado la solicitud de los inversores de hacerme a un lado para que Uber pueda volver a construir en lugar de distraerse con otra pelea", dijo Kalanick en un correo electrónico a los empleados que fue proporcionado a Reuters.
La salida de Kalanick agranda un agujero en la dirección de Uber, que no tiene jefe operativo, director financiero ni departamento jurídico en este momento. Por ahora, 14 personas que estaban directamente a cargo de Kalanick están dirigiendo la compañía.
Kalanick enfrentaba un escrutinio cada vez mayor en las últimas semanas luego de una investigación sobre una cultura de sexismo y las prácticas de trabajo en una empresa que ayudó a formar en 2009 y que ahora es el emprendimiento más valorado del mundo.
Después de conocerse un video en febrero que mostró a Kalanick reprendiendo a un conductor de Uber que se quejaba de la caída de los salarios, el CEO se disculpó públicamente y prometió buscar "ayuda en el liderazgo".
No se sabe públicamente qué porcentaje de Uber posee Kalanick, pero hasta ahora había manejado un control casi total sobre la compañía, lo que fue posible por una estructura de dual de acciones que le da a él y a sus aliados clave 10 votos por acción.
Finalmente, fueron algunos de los principales inversores de Uber quienes obligaron a Kalanick a dejar su cargo, según una fuente familiarizada con el asunto.
La firma de capital riesgo Benchmark, cuyo socio Bill Gurley es uno de los mayores accionistas de Uber y que tiene un asiento en su directorio, además de los inversores First Round Capital, Lowercase Capital, Menlo Ventures y Fidelity Investments, presionaron a Kalanick para que renunciara.
Una fuente cercana a Menlo Ventures dijo a Reuters que la firma ayudó a escribir una carta solicitando a Kalanick su renuncia. Los inversores entregaron la misiva a Kalanick mientras estaba en Chicago, informó el New York Times, citando a personas con conocimiento de la situación.
En un comunicado proporcionado a Reuters, el directorio de Uber calificó la renuncia de Kalanick como "una decisión audaz" que "da a la compañía espacio para dedicarse completamente a este nuevo capítulo en la historia de Uber". Kalanick permanecerá en el directorio pese a su renuncia como CEO.
La salida de Kalanick se produce después de una larga investigación liderada por el ex fiscal general de Estados Unidos Eric Holder, que concluyó que la autoridad de Kalanick debía ser reducida y que la capacidad de supervisión y la independencia del directorio tenía que aumentar.
Uber contrató a la firma de asesoría de Holder Covington and Burling para examinar sus prácticas laborales después de que Susan Fowler, una exempleada, acusara públicamente a la compañía de acoso sexual.
Lo que vino después fue una montaña de escándalos, entre ellos una investigación criminal por el uso de Uber de tecnología para evadir a los reguladores en algunas ciudades y una demanda por el supuesto robo de secretos comerciales presentada por la división de vehículos de conducción autónoma de Alphabet, Waymo.