Las compañías están invirtiendo con fuerza en Latinoamérica, desde países como Brasil y México hasta Argentina, Chile y Colombia, con la esperanza de aprovechar la rápida y creciente necesidad por cómputo en la nube.
En la reciente LatinComm Conference and Expo, el primer evento de su tipo enfocado en la floreciente industria de comunicaciones de TI, Wilson Grava, vicepresidente de NetApp Latinoamérica, habló sobre la situación del cómputo en la nube en el panel “¿Latinoamérica está lista para la nube?”.
A continuación mostramos algunas respuestas sobre las tendencias y retos de Lationamérica al respecto, que Wilson Compartió durante la conversación en Miami, Florida hace un par de días.
-Las compañías están invirtiendo con fuerza en países latinoamericanos con la esperanza de aprovechar la rápida y creciente necesidad por cómputo en la nube. ¿Por qué? ¿Cuál es la oportunidad?
-Hay una diferencia enorme entre dónde se encontraba la TI hace cinco años y dónde se encuentra hoy en Latinoamérica. En muchas maneras, nuestra región no pasó por el proceso evolutivo de la TI corporativa que muchas compañías en el mundo desarrollado experimentaron. Las empresas en nuestra región han pasado directamente de sistemas propietarios in situ a las nubes públicas y privadas, omitiendo los servicios de alojamiento y administración que fueron muy populares hace años en Estados Unidos.
Por tal motivo, la nube se ha promovido como “un gran equilibrador” que permite a los ejecutivos visionarios de Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, México y del resto de la región ubicarse al mismo nivel competitivo que muchas compañías globales e internacionales. Esto brinda una oportunidad para todos: las compañías y proveedores de tecnología como NetApp y nuestros socios que están implementando esta tecnología, las empresas que están adquiriendo mayor agilidad y flexibilidad, los usuarios finales que se benefician de mejores servicios y productos, y las economías locales de cada país que se benefician de industrias saludables en crecimiento.
-¿Latinoamérica está realmente lista para el cómputo en la nube?
-El cómputo en la nube ya es una realidad en Latinoamérica. Existe la idea errónea de que nuestra región está atrasada en términos del cómputo en la nube. Sin embargo, de acuerdo a una investigación de Tata Consultancy Services (TCS), las aplicaciones en la nube constituyen hasta el 39% de todas las aplicaciones de software corporativo en las compañías grandes de Latinoamérica, en comparación con el 28% en Asia Pacífico, el 19% en Estados Unidos, y tan solo el 12% en Europa. Considero que la mayoría de las compañías en la región ya están en la nube, o planean estarlo.
Específicamente en nuestra región, el sector público está realizando inversiones asombrosas en proyectos en la nube: desde cosas básicas como proporcionar información a los ciudadanos hasta proyectos complejos como abastecer un ambiente compartido para miles de empleados. Pienso que el sector público es un “campeón del cómputo en la nube” en Latinoamérica, ya que está migrando de operaciones muy estáticas a operaciones dinámicas y flexibles.
-¿Cuáles son algunos de los retos que enfrentan los países latinoamericanos para poder aprovechar por completo esta tecnología?
-La región aún se encuentra algo atrasada respecto a Estados Unidos y Europa en cuanto a la implementación de una estructura legal sólida con políticas que se adapten a las necesidades emergentes del actual panorama de la TI, especialmente en relación a la transferencia de datos, la recopilación de datos y la privacidad de datos.
Otro reto que surge conforme el cómputo en la nube se extiende cada vez más en Latinoamérica es contar con una fuerza laboral de TI que esté capacitada para operar estos nuevos sistemas en la nube. En un informe reciente, IDC estimó que existen 1,7 millones de puestos relacionados con la nube y que este número va a seguir creciendo hasta llegar a 7 millones en el 2015.
El cómputo en la nube es el factor predominante detrás del gasto de TI en Latinoamérica, y a medida que continúe creciendo en la región, también aumentará la necesidad por una fuerza laboral capacitada.
-¿En qué deben enfocarse los CIOs al considerar las ofertas de cómputo en la nube? ¿Qué impacto tiene el cómputo en la nube en los negocios?
-La parte menos difícil de trasladarse a la nube es elegir e implementar la tecnología actual, ya que existen muchas opciones disponibles para satisfacer todas las necesidades —las compañías pueden realizar la implementación por sí mismas, utilizar un agente de nube o alojar sus aplicaciones en otro lugar en nubes privadas, públicas o híbridas—. No obstante, una nueva infraestructura implica definir un conjunto totalmente nuevo de estándares y niveles de servicio. Si yo fuera un CIO, me aseguraría primero de realizar una evaluación interna de las aplicaciones que nos gustaría trasladar, cuánta disponibilidad tendría cada una, los niveles de seguridad, los niveles de administración, etc. Esta estructura interna es clave antes de trasladarse a la nube.