Se trata de una serie de TV estadounidense, actualmente en su segunda temporada, que nos enseñan sobre el grandioso ascenso de la tecnología en la década de los 80. ¿Qué hay de provechoso en ello?
Por Gabriela González para Think Big. “Halt and Catch Fire” es un eufemismo que se utiliza cuando se le da una instrucción a un ordenador para que el CPU deje de hacer operaciones importantes, lo que usualmente requiere reiniciar todo el sistema. Esta frase también es el nombre de un drama de televisión que se centra en el boom de los ordenadores personales durante la década de los 80. Es producido por AMC, un canal de cable estadounidense conocido por series como Breaking Bad, Mad Men, y The Walking Dead.
Los primeros segundos del piloto de esta serie explican que “Halt and Catch Fire” (HCF) es un comando antiguo que hacía que los ordenadores entraran en una especie de carrera, lo que forzaba que todas las instrucciones compitieran al mismo tiempo para volverse superiores y que luego de esto, no se podía controlar nuevamente el computador.
Esta es una explicación bastante simple y comprensible para hacer que el público entienda en qué consiste la instrucción, y que además es perfecta para describir las situaciones y los personajes que vemos en Halt and Chatch Fire, donde el mundo de la tecnología experimenta una competencia feroz.
La premisa de Halt and Catch Fire
El año es 1983, Joe MacMillan, un ex-trabajador de IBM llega a Cardiff Electric, una empresa ubicada en el estado de Texas, y recluta a Gordon Clark quien trabaja como ejecutivo de ventas y ademas es ingeniero de esa empresa. Joe busca conseguir a alguien que lo ayude a hacer ingeniería inversa a un ordenador de IBM, para ello también intenta reclutar a Cameron Howe, una chica joven que no está graduada de la universidad pero que es muchísimo más brillante que muchos de sus compañeros, una visionaria que piensa que en el futuro existirá lo que ahora conocemos como Internet. Por último tenemos a Donna Clark, la esposa de Gordon Clark, también una ingeniera que los ayudará en en el proceso más adelante.
Una oda a la tecnología ochentera
Una de las cosas más geniales de Halt and Catch Fire es que es una oda a la tecnología retro. En todos los capítulos hay referencias reales a cómo era la tecnología en esa época. Por ejemplo, cuando nos introducen a Donna Clark, ella está explicándole a uno de sus hijos lo que significa tener 128KB de espacio en un disco, y qué tan grande es. Donna lo explica como algo fabuloso porque por en aquellos días 128KB era muchísimo espacio, aunque hoy sea de risa. En muchas escenas escuchamos los viejos sonidos del dial-up, vemos disquettes (algo que las generaciones nuevas solo conocen como el icono de “guardar”), y ordenadores enormes en forma de cubo con pequeñas pantallas negras que solo muestran letras verdes.
Los creadores quieren que todo sea lo más realista posible, y tienen un equipo que se especializa a buscar equipos originales de la época en sitios como eBay y otras tiendas. Además de eso tienen otro equipo que se encarga de fabricar réplicas basadas en fotografías cuando no consiguen una máquina original. Crearon un CAD/CAM system, por ejemplo.
Otro momento interesante en el que trataron de recrear los hechos de la forma más exacta posible, fue durante el primer episodio de la serie. Cuando está por finalizar hay una escena en la que logran hacer ingeniería inversa del chip de IBM y para grabar todo de manera correcta contrataron a un consejero técnico llamado Carl Ledbetter, quien trabajó en IBM durante la década de los 80. Él estuvo debajo del escritorio durante toda la secuencia, controlando las luces en el tablero y mostrando una representación visual en tiempo real del código hexadecimal que están leyendo los personajes. También fue él quien “alimentó” las hojas pre-impresas que salen de la impresora con el código assembler de la BIOS, haciéndolo a la velocidad correcta en la que debería salir.
Pero, ¿la historia de la serie es real?
Se supone que está inspirada en como durante los 80 Compaq dominó el mercado de los ordenadores personales dejando a IBM atrás, pero no todo es congruente con la historia verdadera de la empresa. Por ejemplo, Compaq comenzó en Houston mientras que la empresa de la serie, Cardiff Electric, comenzó en Dallas. Además, el personaje principal, MacMillan, se parece mucho al Steve Jobs de los 90s, con trajes hermosos y costosos antes de que empezara a usar los jeans y el suéter con cuello de tortuga tan icónicos. El personaje de Joe, para muchos está claramente inspirado en Jobs, tiene una personalidad muy enfocada en los negocios y la innovación, pero no es un experto en hardware y software.
Por otro lado, la diseñadora de vestuario, quiere que el personaje Gordon Clark se vea un poco como Steve Wozniak, y pone especial cuidado en la ropa, los lentes, el peinado y la barba que usa. Gordon y Donna Clark parecen ser los Gary y Dorothy Kildall de la vida real, fundadores de la empresa Digital Research que creara el sistema operativo CP/M. Además de que ambas parejas tienen las mismas iniciales en sus nombres principales, los personajes en la serie se sienten derrotados porque han tenido que abandonar sus sueños después de crear juntos un ordenador llamado Symphonic que fue un total fracaso luego de que IBM lanzara sus ordenadores personales. Esto coincide con el fracaso de CP/M en ordenadores de 16 Bits cuando IBM optó por utilizar el PC DOS de Microsoft en lugar del sistema de Gary y Dorothy Kildall porque las compañías no lograron llegar a un acuerdo de licencias.
MS-DOS era un clon de CP/M y al poco tiempo empezó a vender más que esté y nunca más cedió terreno. A pesar de que la serie no es completamente fiel al ascenso de Compaq en el mundo de los ordenadores personales, ciertamente es entretenida, con personajes interesantes y muchos guiños para aquellos que amen la tecnología. Si eres un entusiasta, descubrir el ascenso de la computación personal a través de este show de televisión es un verdadero placer.