En 2008 se lanzó el primer smartphone con el sistema operativo para móviles de Google. Hoy en día, es la plataforma más importante del mundo de los smartphones.
Por José María López para Think Big. Antes de lanzarse el primer iPhone (2007) y el primer smartphone con Android (2008), los teléfonos móviles se conocían por el nombre del fabricante. Teníamos un Nokia, un Sony Ericsson, un Samsung.
Pero en el caso de Android ocurre algo curioso, y es que en ocasiones tiene más relevancia el sistema operativo incluido en nuestro smartphone que el fabricante, ya sea Samsung, HTC, Xiaomi, Huawei.
Y es que este sistema operativo ha logrado desbancar a cualquier propuesta propia del fabricante, que era lo habitual hasta entonces (cada marca ofrecía su propio software), hasta el punto de copar casi el 80% del mercado mundial frente al 20% de iOS, el sistema operativo que solo encontrarás en dispositivos Apple (iPhone, iPad).
¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Veamos la historia de Android en sus primeros diez años de vida.
Todo empieza con Android Inc.
A diferencia del buscador, de Google Drive o de Gmail, Android no es un producto gestado dentro de Google. Se trata de un sistema operativo creado por una pequeña empresa que compraron, como ocurrió con YouTube.
Android Inc. se fundó a finales de 2003 para crear un sistema operativo móvil de altas prestaciones. En aquel entonces, sus rivales eran Symbian, usado por fabricantes como Samsung, Motorola, Sony Ericsson o Nokia, y Windows Mobile, de Microsoft.
Google vio su potencial y decidió comprar esta pequeña empresa por US$50 millones, manteniendo el mismo equipo para que terminase de desarrollar Android.
Así que en 2008 se lanza el dispositivo HTC Dream, el primer smartphone con Android, en su versión 1.0, y que ya incluía cierta integración con los productos más populares de Google, como el buscador, Gmail, Google Maps, Calendar, Talk o YouTube.
Basado en Linux y a diferencia de lo que era habitual en los dispositivos móviles de aquel entonces, Android se podía actualizar, añadiendo mejoras y corrigiendo errores. En concreto, el propio HTC Dream recibió las versiones 1.1, 1.5 y 1.6 de Android.
Buscando el sistema definitivo
El primer iPhone se anuncia en enero de 2007 y sale a la venta ese mismo verano, convirtiéndose en un éxito de ventas y en el Invento del año según la revista Time.
No es de extrañar que en noviembre de ese mismo año, grandes de la industria como HTC, Motorola, Samsung, Sprint, T-Mobile, Qualcomm, Texas Instruments e incluso la propia Google crearan una alianza para desarrollar un sistema operativo de código abierto del que beneficiarse todos.
En ese consorcio, llamado Open Handset Alliance, se barajaron dos posibilidades, Symbian o Tizen, cada uno respaldado por su propia fundación.
Symbian ya tenía toda una historia y apoyo de varios fabricantes, mientras que Tizen era una apuesta nueva, de código abierto y basada en Linux con todo un futuro por delante.
En cualquier caso, fue Android, la apuesta personal de Google, quien salió victoriosa gracias a varios factores. El principal, tener detrás a un gigante como Google.
Pero también ayudó que Android se ofreciera gratuitamente a los fabricantes, éstos pudieran instalar sus propias aplicaciones y personalizar el propio Android y, cada cierto tiempo, sus dispositivos se actualizaran a nivel de software con mejoras y nuevas prestaciones.
Eso sin contar la integración de servicios tan populares como YouTube, Gmail o Maps.
El resto es historia y, a pesar de ciertos problemas, como que las actualizaciones no estén disponibles a tiempo o para todos los dispositivos, Android ha logrado ser el sistema operativo dominante, lo que obliga a cualquier desarrollado de aplicaciones a estar presente con Google Play.
Un sistema operativo para todos tus dispositivos
El objetivo de Android, antes de la compra de Google y de centrarse en los smartphones, era ser un sistema operativo para cámaras digitales.
Curiosamente, con los años Android se ha expandido más allá de teléfonos inteligentes, y en la actualidad lo encontramos en tabletas, televisores, sintonizadores de televisión, relojes, consolas e incluso computadoras portátiles.
Sólo hay que echar un vistazo a su página oficial para ver que está presente en toda clase de dispositivos de distintos fabricantes.
Las versiones de Android, de la A a la P
Una de las curiosidades de Android es que cada nueva versión recibe un nombre de dulce o postre. Además, los nombres se asignan en orden alfabético.
Si bien esto no se aplica a la versión 1.0 (2008), sin nombre, la versión 1.1 (2009) recibe el nombre de Petit Four, unos pastelitos franceses.
En adelante, las siguientes versiones de Android han tenido un nombre dulce en inglés desde la C de Cupcake (Android 1.5, 2009) a la P de Pie (Android 9.0, 2018).
En la actualidad, por ejemplo, conviven Marshmallow (Android 6.0) con Nougat (7.0) y Oreo (8.0). Y en el pasado pudimos disfrutar de Donut (1.6), Gingerbread (2.3), Ice Cream Sandwich (4.0) o KitKat (4.4), por poner más ejemplos.
La idea no es propia de Android o Google. La mayoría de software recibe un nombre interno que no siempre sale a la luz, aunque en ocasiones sirve como publicidad gratuita.
En el caso de macOS de Apple, por ejemplo, durante años recibieron nombres de felinos y ahora de montañas. Por su parte, Debian Linux da nombre a sus versiones con personajes de Toy Story y Ubuntu Linux asigna por orden alfabético un nombre de animal con un adjetivo que coincidan en la inicial.