Durante años existe la creencia de que los robots nos robarán nuestros trabajos, entre más automatización menos mano de obra. Pero está idea no es una única visión. Existe una posibilidad de que la situación entre robots y humanos no sea destructiva.

Alexis Gómez para Mediatelecom Agencia Informativa. Cada vez más los robots están mostrando lo capaces que son para asumir más puestos de trabajo. Y si reflexionamos un momento, no hay forma de competir con ellos, son más precisos, más consistentes,  funcionan durante más tiempo, están satisfechos con su trabajo (o al menos no insatisfechos) y no levantan un escándalo por un salario digno.

Durante años existe la creencia de que los robots nos robarán nuestros trabajos, entre más automatización menos mano de obra. Pero está idea no es una única visión.

De acuerdo con especialistas en tecnología y economía, invitados a una mesa de discusión organizada por Nesta en Londres, existe la posibilidad de que la situación entre robots y humanos no sea destructiva. Y de acuerdo con la blogguera financiera, Izabella Kaminska, no es a los robots a quienes debemos temer sino a los monopolios que existirán detrás de ellos.

“Tenemos la tendencia de suponer que el levantamiento de los robots será automáticamente algo catastrófico; que ocasionará desempleo y tiempos difíciles para la mayoría de la población, pero que tal si no fuera así. Existe una vía más optimista en donde los robots podrían mejorar drásticamente la calidad de nuestra vida.”

“Ellos podrían encargarse de los puestos de trabajos con tareas extenuantes, aburridas y repetitivas, al hacerlo nos liberarían de la monotonía para poder encargarnos de tareas creativas, de cuidado entre unos y otros, así como de comunicación”, aseguró Kaminska.

El experto en robótica de la Universidad de Birmingham Nick Hawes puso la idealización de los robots en el suelo, pues aseguró que “los robots son buenos en el seguimiento, pero siguen siendo terribles en tratar con la incertidumbre o la comprensión de casi cualquier cosa.”

"No se deje llevar por las ideas de robots humanoides que caminan por ahí haciendo cosas", dijo.

"Para lograr que este futuro utópico se materialicé, debe existir un cambio en la idea de que el trabajo significa producir cosas", aseguró Kaminska. Si esto fuera así, si se hicieran los movimientos económicos adecuando, la tecno-economista Carlota Pérez, comentó que podríamos entrar a una nueva edad de oro.

En cualquier caso, debe tomarse en cuenta que para que este panorama funcione y no solo se quede como un sueño poco creíble, debe darse a la par de una verdadera revolución tecnológica en donde diversos sectores de la sociedad, especialmente el educativo se beneficie de la tecnología. Si esto se realizará, seguramente el obrero no viera un beneficio de tener robots haciendo su trabajo, pero su hijo sí, tendría un futuro diferente al de su padre, una educación que lo llevará a desarrollar tareas creativas, que antes no hubiera podido descubrir.

Si quieres conocer más sobre el tema, te dejamos el link del libro Our work here is done, realizado por algunos de los especialistas de la mesa y Nesta.