Los emprendimientos innovadores en agricultura y alimentos lograron levantar US$ 26.100 millones durante el año pasado, 15,5% más respecto a 2019, según resaltó el AgriFoodTech Investment Report de AgFunder. Las cifras demuestran que la pandemia no fue un impedimento para el crecimiento de estos startups, sino el acelerador, y América Latina no se ha quedado atrás del fenómeno.
La inversión global en AgriFoodtech (tecnología en agricultura y comida) en 2020 alcanzó US$ 26.100 millones a través de 2.707 operaciones en total, dice el informe AgriFoodTech Investment Report de AgFunder. En comparación a 2019, las cifras representan un aumento de 15,5% en inversiones, aunque la firma de capital de riesgo estadounidense prevé que, cuando otras operaciones del año sean reveladas, el monto subirá a US$ 30.500 millones, representando así un crecimiento de 34,5% respecto al año anterior.
El promedio del tamaño de la inversión para estadios tempranos y más tardíos también aumentó en 29% y 17%, respectivamente. Según el informe, fue un logro que el sector ha conquistado pese a la pandemia o, más bien, “porque la crisis ha resaltado la importancia de una cadena de producción eficiente y métodos alternativos de cultivar, procesar, transportar y vender comida”.
El compromiso de los inversionistas con los startups de agrifoodtech se ha reflejado en el levantamiento de US$ 500 millones en la ronda de inversión serie F de Impossible Foods realizada en marzo de 2020, justo al inicio de la pandemia. “El AgriFoodtech ya no es un sector de nicho, experimental y riesgoso”, afirma el informe.
“La pandemia fue un acelerador de adopción de tecnología”, dice Bernardo Milesy, CEO de la aceleradora argentina de startups agtechs Glocal y que participó en la elaboración del informe. “Y esa adopción fue realizada por usuarios que eran más reacios, pero que se vieron obligados. Si antes no querían contratar un startup o usar una solución tecnológica que permite monitorear las plantaciones, ahora con la pandemia necesitan sí o sí porque no pueden viajar al campo”, agrega.
EN TIERRAS LATINOAMERICANAS
Milesy afirma que América Latina y su industria de startups de agricultura y comida (pese que la región no fue desglosada en el informe) no fue la excepción en la revolución tecnológica acelerada durante 2020.
El año del ecosistema AgriFoodtech latinoamericano fue marcado por grandes inversiones. 2020 comenzó con el levantamiento de US$ 60 millones en la Serie B de la compañía brasileña de agricultura de precisión, Solinftec, superando los US$ 23 millones de la serie B del marketplace agrícola argentina Agrofy realizada en enero de ese año y que había sido la mayor inversión en agtech de la historia de la región.
El récord fue superado por la Foodtech chilena NotCo, en su ronda C de US$ 85 millones respaldada por inversionistas como Bezos Expeditions (la firma de inversiones personal del fundador de Amazon, Jeff Bezos), y rápidamente por la plataforma de delivery colombiana, Rappi, que levantó US$ 300 millones en su serie C, liderado por Sequoia Capital y SoftBank.
Según Milesy, el boom de la inversión en startups AgriFoodtech no se dio solo por el interés de los líderes regionales de venture capital (VC), como Kaszek Ventures (participó en la última ronda de NotCo) y SP Ventures (lideró la serie B de Agrofy), sino también por el movimiento de los inversionistas agnósticos.
“Vemos cada vez más dealflows en Latinoamérica y los fondos más tradicionales nos consultan más por si conocemos algún startup de nuestro sector interesante”, dice el fundador de Glocal. “Las empresas también están comenzando a invertir en fondos como el nuestro para diversificar sus riesgos, ya que estamos apostando por compañías que, de alguna manera, los pueden reemplazar”, agrega.
DÓNDE VA EL DINERO
El informe concluye que, por primera vez en siete años, las inversiones en startups upstream han sobrepasado a las inversiones en downstream. Los emprendimientos del primer segmento se refieren a aquellos que prestan servicios para la parte inicial de la cadena industrial, con innovaciones como en Biotech, administración de lotes, robótica y equipamiento y alimentos innovadores. El grupo levantó US$ 15.800 millones en total, logrando un crecimiento de 68% sobre 2019.
El segmento fue liderado por las verticales midstream tech (tecnologías intermedias) y comidas innovadoras, que captaron US$ 5.300 millones y US$ 2.300 millones, respectivamente. Por ejemplo, la mayor operación del año fue protagonizada por Lineage Logistics, la compañía de almacenamiento y logística con control de temperatura. El emprendimiento estadounidense levantó US$ 1.600 millones en septiembre del año pasado.
En América Latina la tendencia fue similar, con las mayores inversiones concentradas en la Foodtech NotCo y midstream tech Solinftec, pero también el sector estuvo representado por compañías como Fazenda Futuro, la empresa brasileña que crea alternativas a la carne que levantó US$ 25 millones en octubre, y Polynatural, el startup chileno de biotech que retrasa la descomposición de alimentos.
Producto NotMilk de NotCo
Por otra parte, los startups downstream – emprendimientos que se acercan más a los consumidores finales, como los proveedores de tecnologías a restaurantes y retail, restaurantes online, kits de comida, supermercados digitales (eGrocery), marketplaces de restaurantes y tecnologías y herramientas para cocinar– lograron levantar US$ 14.300 millones a través de 1142 operaciones.
Esta área fue liderada especialmente por startups eGrocery, que levantaron US$ 5.100 millones, ya que “varias compañías levantaron múltiples rondas durante el año para apoyar la demanda agresiva creada por la pandemia”, dice el reporte.
Por ejemplo, en julio de 2020, la startup mexicana de dark stores para entrega de comestibles Jüsto realizó una ronda puente de US$ 12 millones y, recientemente en febrero, la compañía anunció haber levantado US$ 65 millones. Por otra parte, la captación de capital de US$ 300 millones de Rappi colocó a Colombia en el octavo puesto de los países con más inversiones en la industria, con US$ 359 millones. Esta lista fue encabezada por Estados Unidos (US$ 15.450 millones) y China (US$ 5.600 millones).
2021 Y MÁS ALLÁ
La inversión en compañías del ecosistema en etapa temprana siguió la tendencia general, con 10% más de dólares invertidos, 15% más operaciones y 10% de aumento del promedio de las rondas semilla y series A, por lo que “la segunda ola de innovadores en AgriFoodtech disfrutan el aumento de reconocimiento del sector por un espectro más amplio de inversionistas de venture capital”, dice el informe. “Con el talento moviéndose de empresas de la primera ola hacia la segunda, tenemos esperanzas de que el sector se acelerará rápidamente”, predice.
El estudio también prevé que 2021 y 2022 serán años altamente movidos con adquisiciones de startups AgriFoodtechs, siguiendo la tendencia de 2020. Durante el año, se realizaron salidas importantes, como el debut a la bolsa de la compañía de delivery DoorDash y la adquisición del startup chileno de delivery, Cornershop, por Uber por US$ 459 millones. Además, “las compañías de manufactura de alimentos tuvieron un año exitoso con consumidores que se vieron obligados a comer en casa y, sumado a los rumores de desinversiones de marcas históricas, podría llevar a un 2021 y 2022 altamente adquisitivos”.
En términos más generales, la pandemia también aceleró las megatendencias que estaban impulsando el cambio de la industria agroalimentaria. El informe afirma que el comportamiento del consumidor ha cambiado hacia la preferencia por una mayor personalización en sus productos, marcas más pequeñas – ya que son percibidas como más éticas que las grandes compañías de alimentos– y alimentos más amigables con el medio ambiente, procurando que, por ejemplo, las proteínas sean de mayor calidad y provengan de menos recursos.
En este contexto, Bernardo Milesy afirma que América Latina tiene una gran oportunidad en este cambio de paradigma del sistema de alimentación internacional. No solo porque la tendencia global así lo dicta, sino porque “en nuestros países, la producción y exportación de alimentos fue nuestra esencia y ahora debemos convertirnos en exportadores de servicios tecnológicos en el agro o comida”, dice.
Especialmente, según el inversor, las nuevas tecnologías, demandas de los consumidores y las regulaciones internacionales pueden desacelerar la industria tradicional: “por ejemplo, la carne sintética va tender a ser más barata y, por otro lado, la ganadería genera un montón de efectos dañinos para el medio ambiente. Entonces, no creo que la ganadería deje de existir, pero tampoco va a tener el mismo lugar que tiene hoy”, explica.
El riesgo existe, pero también la región posee ventajas para estar en la vanguardia del cambio. La región tiene silos agropecuarios competitivos, tales como Rosario y Piracicaba (ciudades de Argentina y Brasil que están experimentando un boom en AgriFoodtech. Puede leer sobre ellas en reportajes de AméricaEconomía), ciencia básica, profesionales de alto nivel, incluyendo a los productores, exportadores, proveedores de servicios como abogados, contadores, brókers y financiadores, como también amplios recursos naturales que permite experimentar las nuevas tecnologías.
Las áreas que muestran mayor potencial para Milesy son plataformas de trazabilidad, tecnologías “de la granja al consumidor”, marketplaces relacionado a la agricultura y biotecnología aplicada en alimentos.
En esta última vertical, no solo se refiere a la producción de proteínas alternativas, como The New Butchers –el startup brasileño de proteínas basados en plantas que recibió inversión por un valor no divulgado por Lever VC, el fondo que invirtió en sus pares estadounidenses Beyond Meat e Impossible Foods– sino también todos los que puedan proveer servicios a estas compañías, como ingredientes, almacenaje, aditivos y otros. “Es como lo que pasó con Amazon: hay miles de empresas que se convirtieron en unicornios para proveerle servicios. Bueno, acá podría pasar lo mismo”, dice Milesy.
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