Según KPMG, los métodos tradicionales para detectar riesgos se han quedado desfasados, y la clave está en convertir estos riesgos en una estrategia empresarial.
Por Diego de la Torre para ThinkBig. La vida de las empresas se ha visto reducida en un 65% en el último siglo. La longevidad de un negocio está vinculada a los riesgos, y esto es algo que se ha multiplicado en la última década. Y en este escenario, KPMG, firma especializada en auditoría y asesoramiento de negocio, confirma en este punto que la gestión de las empresas ha cambiado por completo. Según Pablo Bernad, responsable de Risk Consulting de KPMG, la clave está en “convertir estos riesgos en una estrategia empresarial”.
Y es que, todo indica a pensar que el futuro es incierto y el mundo no para de cambiar. José Luis Blasco, socio responsable de Gobierno, Riesgo y Cumplimiento de KPMG en España, destaca en este punto la importancia de la tecnología en las compañías. “El mayor problema actual es que los métodos tradicionales para detectar riesgos se han quedado desfasados“, asegura.
¿Cuáles son los riesgos de las empresas modernas?
Cuestiones como la privacidad, el medio ambiente y la ciberseguridad son las que más preocupan a las compañías, según esta firma. Además, esto supone un riesgo reputacional añadido. La sociedad moderna es mucho más exigente con las empresas y tiene en cuenta factores como el fraude, la seguridad o la implicación de una empresa en respetar el medio ambiente. La información nunca tuvo tanta importancia.
La tecnología sirve para prevenir y analizar riesgos, sobre todo en el ámbito de la protección de datos y ciberseguridad. Marc Martínez, socio responsable de Ciberseguridad de KPMG en España, destaca por su parte el constante trabajo de prevención de ataques informáticos. “Se han producido 123.000 ciberataques en España en 2017”, matiza. De hecho, las empresas han doblado su inversión en protección informática en el último año.
La cuestión informática es tan importante que en mayo de 2018 entrará en vigor el Reglamento General de Protección de Datos(GDPR). Se trata de una normativa que busca garantizar que las empresas protejan cualquier dato relacionado con la vida privada, profesional o pública de sus consumidores. No cumplir esta normativa supondrá cuantiosas multas a las empresas: 20 millones de euros o el 4% de sus ingresos globales por cada incidente.
Ningún sector o compañía se libra de los ataques informáticos. Lo mismo ocurre con la responsabilidad sobre el medio ambiente. José Luis Blasco apunta aquí la importancia de la sostenibilidad de una empresa y su relación con el medio ambiente. “El cambio climático es una realidad que ya influye en la producción”.
Se trata de una cuestión que se debate constantemente en el sector empresarial. KPMG ya trabaja en reducir el impacto medioambiental de las empresas. La supervivencia del planeta de las propias compañías pasa por realizar producciones más eficientes y ecológicas. Sin duda, vamos hacia un mundo más digital, social y sostenible.