Zona horaria y cultura similar, junto a un creciente acervo de talento en TI de alta calidad a un precio competitivo están convirtiendo a América Latina en uno de los destinos más atractivos para compañías que buscan externalizar proyectos. Con la aceleración de la digitalización, la región busca suplir la demanda de equipos técnicos que acompañan esta transformación.
Si con la pandemia de la Covid-19 las fronteras físicas entre los países se hicieron más evidentes, las fronteras digitales se volvieron difusas y casi inexistentes. Con muchas compañías yendo hacia la modalidad de teletrabajo, la importancia de tener a los empleados en la misma ciudad ha disminuido radicalmente y, con ello, la demanda por talentos altamente calificados, símiles en la cultura y disponibles en el mercado a un precio competitivo ha aumentado.
En este contexto, América Latina se ha vuelto uno de los destinos más atractivos para las compañías internacionales.
Según el informe Tech Salaries Report de CodersLink, la plataforma de equipos de tecnologías remotos en América Latina, los tres principales hubs de outsourcing de tecnologías de la información (TI) en el mundo son Europa del Este, Asia y América Latina.
Como representante de la región europea, Ucrania se destaca al generar más de 30 mil profesionales tecnológicos de forma anual. En el caso de Asia, China es uno de los silos con mayor crecimiento de desarrollo de software del mundo al educar más de 4,7 millones de expertos en TI anualmente, mientras que en India operan casi la mitad del top 500 de compañías globales y es, definitivamente, el destino número uno en offshore outsourcing (externalización en el extranjero).
Por otra parte, América Latina es considerado también como un importante hub de outsourcing en TI, al contar con más de 730 mil graduados de tecnología de información anualmente. Entre los países de la región se destacan México, Brasil y Argentina.
“A veces el criterio que las empresas toman para tomar una decisión de outsourcing es la principal: el precio, pero no es la única”, dice Jesús López, cofundador y chief marketing officer de CodersLink.
López explica que las razones por la que América Latina se convierte en un destino atractivo son por compartir la zona horaria con los países norteamericanos y poder atender a las necesidades en tiempo real o con pocas horas de diferencia, lo que no pueden hacer proveer los equipos en Europa o Asia, que tienen medio día o un día entero de diferencia con empresas norteamericanas.
Los países latinoamericanos también tienen la ventaja de la ubicación geográfica, al estar a pocas horas de distancia con la casa matriz. Por ejemplo, desde México se puede llegar a cualquier lugar de Estados Unidos en cinco u ocho horas, pero si un ejecutivo debe ir a Europa del este o al sudeste asiático para reunirse con su equipo, es un viaje que requiere mayor planificación.
Por otra parte, el fundador CodersLink afirma que América Latina comparte una afinidad cultural con compañías norteamericanas. “Cosas tan pequeñas como llegar pronto a una junta tienen un impacto holístico que no se puede medir específicamente”, dice.
Finalmente, López dice que el volumen de talentos de la región está en constante crecimiento. Por ejemplo, México hizo una apuesta en 2015 para posicionarse globalmente en ámbitos de STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) y creó programas gubernamentales e incentivos para empresas, como también para que las universidades puedan ofrecer programas para crear ingenieros de élite.
Más allá de las ventajas que ofrece la región, el ejecutivo considera que existe una tendencia en el que los principales hubs globales de outsourcing se están especializando en distintas áreas. Si Europa del Este o el sudeste asiático pueden entregar servicios que no requieren rápida movilidad o inmediatez, como de contaduría o mercadotecnia, América Latina se está especializando en servicios que sean más reactivos y necesarios en tiempo real, como servicios de soporte técnico.
“Las empresas se han vuelto más inteligentes al momento de hacer outsourcing”, dice López. “Han aprendido de las historias de terror de hace siete u ocho años, como que no te contestan, hacen lo que quieren, te cobran demás o cambian a las personas, que acontecían porque no existía la transparencia ni educación de cómo hacer el outsourcing de manera correcta”, agrega.
Los expertos consultados afirman que la pandemia también ha sido un factor que ha acelerado el outsourcing global. “Si las empresas no tenían esta cultura, ahora deben aceptar la nueva realidad y quien no esté abierto puede perder oportunidades”, dice Mario Rizo, Socio de la consultora Salles Sainz Grant Thornton México. “Muchos procesos no necesitan ser presenciales y se pueden hacer por la gente capacitada en cualquier parte del mundo y a mejor costo de acuerdo a la calidad”, agrega.
López concuerda con que la pandemia ha acelerado la búsqueda de equipos transfronterizos, pero también la necesidad de las empresas en embarcarse en la transformación digital, que requirió una masiva reclutación de talentos. “Ya no existe la línea divisoria entre empresas que utilizan tecnología para complementar la oferta de productos o servicios y de aquellas que requieren obligadamente de tecnología. Ahora todas requieren tecnología y América Latina provee con habilidades técnicos especializados, lo que dispara la demanda”, dice.
HUBS LATINOAMERICANOS
Entre los países de la región, el informe afirma que México es el número uno en atracción de empresas estadounidenses que buscan talentos fuera de su país. Pese a que Brasil produce mayor cantidad de graduados (475 mil ingenieros anualmente, por sobre los 130 mil ingenieros mexicanos), la proximidad y la afinidad cultural son las principales razones por la que las compañías de Norteamérica buscan talentos en el país, como también comparten plenamente las distintas zonas horarias de esos países.
“La franja del norte de México, Monterrey siendo uno de los centros, está muy americanizado. Entonces, muchos de los manerismos, política, la manera de pensar y de trabajar están ciertamente alineados con la cultura de Estados Unidos”, dice Jesús López.
Además, el salario de los mexicanos es de US$ 3.165 mensuales en promedio, un 67% menos que el promedio nacional de Estados Unidos (US$ 10.154 mensuales) y también menor que los otros hubs de América Latina. Los ingenieros brasileños y argentinos cobran alrededor de US$ 5.600 y US$ 6.066, respectivamente según el informe.
El estudio también destaca dos países centroamericanos como centros de outsourcing: Costa Rica y Colombia. Ambos países comparten zonas horarias con Estados Unidos y sus ingenieros cobran relativamente menos que sus contrapartes sudamericanas (en promedio, los ingenieros de Costa Rica cobran US$ 4.171, mientras que los colombianos cobran US$ 2.176).
Por otra parte, si los países latinoamericanos fueron tradicionalmente proveedores de talento a los países desarrollados, también se están constituyendo como contratistas de outsourcing. Según el estudio International Business Report de Grant Thornton 2021, el 36% de los empresarios latinoamericanos consultados buscarán contratar proveedores extranjeros durante este año. Entre estos, los brasileños son los más entusiastas (51%), seguidos por las compañías argentinas (16%). México es uno de los pocos países en el que las empresas esperan disminuir el outsourcing durante el 2021 (-7%).
“Por ejemplo, Brasil se está convirtiendo en una alternativa de outsourcing en lugar de China para países latinoamericanos”, dice Mario Rizo. “Y, cada vez más, está aumentando la demanda por productos más sofisticados como softwares o tecnologías de alto desempeño de la región”, agrega.
DESTINO: AMÉRICA LATINA
Según Jesús López, América Latina cuenta con muchas ventajas para ser un hub atractivo de outsourcing. Pero el experto afirma que todavía es necesario fomentar la educación de inglés avanzado para contar con mayor inversión en la región. Además, considera que la inversión en tecnología debe ser una prioridad de las agendas políticas de los países, apoyando a emprendedores con incentivos y pistas de aterrizaje, como también apostando en la creación de un mejor banco de talentos especializados.
Además, el fundador agrega que es importante que las compañías locales tengan mayor sensibilidad al momento de tratar con ejecutivos extranjeros, entender las diferencias culturales y actuar de acuerdo a los distintos códigos. "Por ejemplo, México es muy conocido por la comida de negocio de dos horas. Entonces, comes, tomas, conversas y solo en los últimos 20 minutos hablas sobre el tema principal, pero creo a nivel regional falta esa flexibilidad de saber cuándo actuar así o no. No se puede aprender con una clase, pero tal vez sí con mayores oportunidades de estudiar o hacer una pasantía afuera”, dice.
Por el otro lado, con el aumento de la demanda de ingenieros más económicos, que normalmente se traduce en empleados en países en vía de desarrollo como las latinoamericanas, también aumentan las plataformas de gig economy o de freelancing, que conectan a los talentos, que están dispuestos a trabajar sin contrato, con compañías que pagan por proyecto u hora.
“Es un modelo que se ha vuelto muy famoso por, obviamente, empresas como Uber o Rappi, y ha crecido mucho también en el mundo digital”, dice López. “Pero no es un modelo que nosotros ofrecemos porque creemos que no es justo para el talento y está muy reclinado hacia la empresa o hacia el empleador. Él te paga por hora y el empleado tiene que lidiar con el impuesto y no tiene beneficios ni prestaciones”, agrega.
El emprendedor afirma que entregar mejores condiciones al empleado, tales como paquetes de beneficio, trabajo de tiempo completo y estabilidad laboral lleva a que el trabajador esté 100% dedicado al proyecto y tiene mayor motivación de entregar resultados de calidad.
“Si bien en América Latina tenemos una ventaja competitiva al tener una mano de obra más barata, es más importante tratar con respeto y equidad a nuestros trabajadores y mejorar sus sueldos y condiciones, porque sino, no es una economía sustentable”, concuerda Mario Rizo. “No debemos hacer el negocio a través de nuestra gente, sino hay que buscar una manera de hacerlo a través de nuestros procesos, mejores eficiencias, mayor capacitación y tecnología”, añade.
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