La salud móvil o 'mobile health' es posible gracias a la tecnología M2M, que permite un monitoreo por medio de gadgets y dispositivos electrónicos.
La adopción de dispositivos que ayudan a monitorear el estado de nuestro cuerpo como las calorías, ritmo cardiaco y hasta patrones de sueño es el primer paso para que los países de América Latina, entre ellos México, comiencen a utilizar sistemas más complejos de salud móvil a más tardar en los siguientes cinco años.
De acuerdo con Carlos Romero, gerente de marketing de producto para América Latina Telecom de Gemalto, la salud móvil o 'mobile health' en inglés es posible gracias a la tecnología “máquina a máquina” (M2M), es decir, aquellos sistemas que permiten tener un dispositivo y conectarlo a través de una red inalámbrica a otro equipo como un celular para intercambiar información.
En este caso consideró que la salud móvil puede clasificarse en tres etapas; la prevención, el seguimiento y el tratamiento, siendo la primera etapa la más adoptada en el mundo debido a la masificación de dispositivos vestibles.
“Estamos en la primera etapa de prevención, todo lo que son aparatos de fitness como las pulseras para seguimiento de ritmo cardiaco que tienen conexión a un teléfono inteligente son un primer inicio de cómo podemos empezar a trabajar con este tipo de aparatos para monitorear la salud”, aseguró en entrevista.
Mientras que existen otras soluciones más complejas que los hospitales privados en México están comenzando a explorar y que los públicos apenas están analizando.
Por ejemplo, Gemalto ya comercializa en países desarrollados un dispensador de pastillas inteligentes llamado MedMinder que supervisa el uso de medicamentos, en su mayoría controlados, y envía información sobre esto a través de redes inalámbricas a un servidor central. De esta manera, los médicos y quienes se encargan de cuidar a los pacientes pueden observar la toma de medicamentos y realizar cambios de ser necesario.
En la parte de tratamiento cuentan con un dispositivo para el sueño, dicho aparato se conecta inalámbricamente y se encarga de analizar la respiración; si el paciente tiene algún problema lo reporta e incluso si llega a tener un problema respiratorio severo es capaz de habilitar un medicamento para abrir los bronquios.
Llegará al sector salud en 5 años
Romero precisó que en el caso de México se está en la etapa de prevención con la compra por parte de los usuarios de dispositivos, lo que considera es un reflejo de las campañas que ha hecho el gobierno para evitar el sobrepeso.
Mientras que en las otras dos etapas que corresponden más a hospitales o a políticas públicas solamente se ve que algunas instituciones están empezando a abrir los proyectos para darle a la gente los aparatos o darlos como parte de un programa de seguimiento cuando hay algunos fármacos especiales o controlados.
“Veo viable que esto comience a utilizarse en el sector salud en los próximos 5 años, aunque quizá no difundido en todos los lugares del país porque hay zonas donde es difícil llevar conectividad”, estimó.
Aunque en este último punto consideró que hay puntos a favor como la propagación de redes inalámbricas, que el propio gobierno tenga planes para desplegar redes particularmente en zonas de escasos recursos y la mayor competencia en dispositivos móviles derivado de la reforma de telecomunicaciones.
El gerente de Gemalto añadió que en el sector salud pública la adopción es todavía más lenta, pero afirmó que hay instituciones o dependencias que están interesados en hacer esta modernización.
Lo anterior porque este tipo de soluciones ayudarían particularmente a prevenir o tratar enfermedades como la diabetes o problemas cardiacos que generan altos costos al sector público.