Las operaciones por internet están generando ganancias por las que no se pagan impuestos, además de provocar un hueco para actividades como el lavado de dinero.
Las apuestas a través de internet son una actividad no regulada, sin embargo, esta práctica está valuada en México en al menos US$300 millones anuales, y se prevé que continúe en acelerado crecimiento durante los próximos tres años.
“En América Latina, México es el país que más está creciendo en este mercado, que aún es incipiente, nos preocupa que crezca descontrolado”, comentó Miguel Ángel Ochoa Sánchez, presidente de la Asociación de Permisionarios, Operadores y Proveedores de la Industria del Entretenimiento y Juego de Apuesta (AIEJA).
Este crecimiento desordenado se ha dado porque en el país las apuestas web –que pueden incluir deportivas, de caballos, galgos y máquinas– no están incluidas en la Ley Federal de Juegos y Sorteos, que data de 1947 y de la cual no se ha realizado a la fecha ninguna reforma.
“La Ley de Juegos y Sorteos no contempla internet o teléfonos celulares, es obsoleta y estamos ante un gran vacío legal que han aprovechado empresas”, dijo Ochoa.
Frente a esa carencia, las operaciones por internet están generando ganancias por las que no se pagan impuestos, además de provocar un hueco para actividades como el lavado de dinero e incertidumbre para los usuarios que no pueden corroborar con qué tipo de empresa están apostando su capital, lo que da pie a fraudes.
Para el analista Simon Holliday, de la consultora inglesa H2 Gambling Capital, el auge de esa actividad en México está vinculado a la falta de regulación y a las operaciones off shore, para las que se usan servidores en lugares donde las apuestas son legales y en las que participa gente de todo el mundo: “hemos detectado un amplio número de éstos en México y en China”, explicó.
Lo que no está prohibido...
“Actualmente hay tres permisos en México para operar casinos que incluyen las apuestas por internet. Son permisionarios que lo tienen en su reglamento interior, que trabajan con autorización de la Secretaría de Gobernación: uno es Caliente, también PLJE7 y Betcris”, expuso.
Como no existe un marco regulatorio, la Segob otorga ese tipo de autorizaciones dependiendo del caso, agregó.
Nuevas reglas del juego
Mientras en Japón y algunos estados norteamericanos, como Nevada, Delaware, Missisippi, Iowa y próximamente Nueva Jersey y California, esa actividad es legal, en México el avance hacia la regulación es lento.
En noviembre de 2012, la Asociación de Bancos de México, AIEJA y Gobernación firmaron un convenio de colaboración para hacer un padrón de los sitios web de apuestas ilegales; sin embargo, Ochoa argumentó “que se atravesó el cambio de gobierno” y esto no ha podido ser llevado a cabo.
El objetivo del convenio es legalizar el sector reformando la Ley de Juegos y Sorteos para que contemple internet y las apuestas en ella, además de lograr que estas actividades paguen impuestos, como sucede en el sector de casinos.
“Los casinos son los que más generan impuestos, son US$109 millones al año lo que pagan legalmente de impuestos los casinos en México; si tomamos a los tres permisionarios legales, por internet están pagando de impuestos alrededor de 3% de esa cantidad; la realidad es que se debe incluir a internet porque el crecimiento se está desbordando”, dijo.
Lotería móvil
Mientras de a poco algunos países comienzan a ceder ante el gusto por las apuestas en la red, de acuerdo con Simon Holliday, la fotografía del mercado de este tipo de juegos va más allá de una computadora o de una máquina conectada a internet dentro de un casino, pues se extiende hasta las manos de los consumidores a través de las pantallas de sus teléfonos inteligentes y tablets.
Según la empresa de análisis Juniper, las apuestas en móviles generarán US$100.000 millones en ganancias mundiales hacia 2017, un mercado jugoso para desarrolladores tecnológicos y startups que han comenzado a cazar mercados en donde las apuestas por internet sean legales y el dinero fluya sin problemas.
Monarquía conquistada
Facebook, por ejemplo, se lanzó hacia Inglaterra en 2012 con su juego de apuestas Jackpottjoy, y a medida que en Estados Unidos comienzan a legalizarse estas apuestas, los ingleses también empiezan a migrar, como Big Fish Studios, dueño de Big Fish Casino o Betable, empresa basada en Inglaterra en donde vende licencias de juegos a desarrolladores, y que recientemente abrió un estudio en San Francisco, en donde ya tiene convenios para desarrollar este tipo de juegos en línea.
En el marco de la legalización de apuestas por internet, que se extiende cada vez a más en Estados Unidos, Zynga ya aplicó por una licencia para este tipo de apuestas en Nevada, y Chris Wolfe, cofundador de My Space, se está aliando con colegas de Google para fundar el estudio SGN, que va también a jugar a la ruleta en línea.
Para Holliday, esta es una oportunidad clara para las tecnológicas dado el ritmo de crecimiento que se espera de este sector, y el éxito que ha probado tener en Europa o Asia.
A ello se añaden factores como el declive cada vez mayor de los precios de dispositivos móviles, lo que favorece la adopción de éstos y pone más al alcance de las personas este tipo de juegos.