Ambas compañías trabajan en el proyecto Zero Site que une postes de luz con lámparas LED con antenas de internet ubicadas en su interior.
El agitado crecimiento de las ciudades y la altísima demanda de datos se han convertido en una dualidad para las multinacionales tecnológicas: es un problema que, sin embargo, puede generar grandes ganancias. Eso lo ha entendido tanto la sueca Ericsson, especializada en el despliegue de redes de telecomunicaciones, como la holandesa Royal Phillips, cuyo core business está centrado en soluciones de electricidad.
Ambas llevan dos años desarrollando un nuevo prototipo para iluminar las ciudades y, al mismo tiempo, ofrecer conectividad 4G. La iniciativa se llama Zero Site y su idea consiste en un poste de luz que cuenta con una lámpara LED, un recurso que ahorra grandes sumas de dinero a las administraciones públicas, y en su interior guarda varias antenas de internet.
La idea está motivada por cálculos en conjunto: se estima que las ciudades crecen actualmente a una velocidad de 7.500 nuevos residentes cada hora, y que la adopción de tecnología permitirá que la mitad de la población mundial cuente con un teléfono inteligente al terminar 2014.
"Nuestro laboratorio de consumo muestra que la conectividad a internet es una de los cinco factores principales a la hora de medir la satisfacción de la vida en la ciudad. Esta innovación ofrece una solución efectiva para que las personas consigan el éxito en una sociedad hiperconectada", aseguró Hans Vestberg, CEO de Siemens, este lunes durante el anuncio de la alianza en el Congreso Mundial de Movilidad, de Barcelona.
Se estima que esta solución genera ahorros de 50% a 70% en el consumo de luz gracias a la tecnología LED que utiliza, los cuales podrían aumentar hasta 80% si se operan con controles inteligentes.
"Estamos ofreciendo iluminación con un servicio que sobrepase las necesidades de una ciudad y cumpla la promesa de las autoridades de ofrecer un entorno más seguro, conectado y eficiente para sus ciudadanos", expresó, por su parte, Frans van Houten, CEO de Phillips.
Se espera que ambas compañías inicien las primeras pruebas de este prototipo en a lo largo de 2014 en una ciudad de Estados Unidos cuyo nombre se mantiene bajo reserva.