Durante el trayecto Barcelona-París, un avión de Air France que estaba aterrizando eludió un dron que no tenía autorización para volar.
El avión, un Airbus A320 procedente de Barcelona, estuvo muy cerca de chocar cuando empezaba la maniobra de aterrizaje y se aproximaba al aeropuerto Charles de Gaulle de París, a unos 1.600 metros de altura. El incidente se produjo el pasado 19 de febrero pero se ha dado a conocer hoy.
En el avión, en el que volaban más de un centenar de personas, fue el copiloto quien se dio cuenta de la presencia de un dron volando a la misma altura. En este momento, cuando se aproximaba a la pista 26L del aeropuerto parisino a una altura de 5.500 pies y descendía a unos 1.000 pies por minuto, tuvo que desconectar el piloto automático para hacer una maniobra que evitara la aeronave teledirigida, según las informaciones ofrecidas por el Organismo de Investigación de Accidentes (BEA).
Gracias a esta maniobra, el avión consiguió esquivar el dron, que, según el comandante, pasó a unos cinco metros por debajo del ala izquierda del A320.
La tripulación informó al control aéreo del encuentro con un dron, que no tiene autorización para volar ni en los aeropuertos ni en sus proximidades, ni tampoco en torno a instalaciones sensibles como centrales nucleares.
¿Cuál es la legislación?
Muchos radares no son capaces de detectar objetos en vuelo de tamaño reducido y cuando se detectan en infracción las intervenciones pueden tardar tiempo.
En este caso, el BEA, que considera que se trata de un "incidente grave" y no ha ofrecido detalles sobre el dron, ha abierto una investigación.
Air France, por su parte, ha confirmado en una breve declaración que los pilotos de ese vuelo, el AF1149 entre Barcelona y París, tuvieron que modificar su trayectoria al detectar el dron, y ha hecho hincapié en que "la seguridad de sus clientes es la prioridad absoluta".
En la actualidad, el sector está a la espera de una regulación, que modifique a la aprobada en 2014, y que se prevé flexibilice algunos puntos como la prohibición de volar sobre núcleos urbanos y en espacio aéreo restringido. Por el momento esto no es posible porque los drones no cuentan con los certificados de seguridad oportunos, por lo que será complicado que el sector crezca y se establezca una legislación común.
En España, por ejemplo, para pilotar drones hasta 25Kg es imprescindible disponer de un carnet de piloto de drones para poder operar en España. Además, cada empresa deberá disponer de un manual de operaciones cumplimentado siguiendo el estándar proporcionado por el Ministerio, así como un estudio de seguridad de cada una de las operaciones a realizar. Es decir, si alguien piensa en hacer volar un drone al margen de la ley, ya sea con un peso inferior a 2kg, o entre 2kg y 25kg, se expone a sanciones.