Datos obtenidos por la nave espacial de la NASA, que orbita desde 2016 el planeta más grande del sistema solar, están dando a los investigadores lo que denominaron una visión sin precedentes de la dinámica y estructura internas de Júpiter.
El interior de Júpiter es tan intrigante como su deslumbrante superficie, con una mezcla en espiral de hidrógeno líquido y helio en su centro, vastas corrientes atmosféricas en chorro y exóticas propiedades gravitacionales, dijeron científicos el miércoles.
Datos obtenidos por la nave espacial Juno de la NASA, que orbita desde 2016 el planeta más grande del sistema solar, están dando a los investigadores lo que denominaron una visión sin precedentes de la dinámica y estructura internas de Júpiter. Los científicos tenían poca información hasta ahora sobre lo que hay debajo de las espesas nubes rojas, marrones, amarillas y blancas de Júpiter.
“Juno está diseñada para mirar debajo de estas nubes”, dijo el profesor de ciencias planetarias Yohai Kaspi del Instituto de Ciencia Weizmann en Israel, quien dirigió parte del estudio que usó las nuevas mediciones de Juno sobre la gravedad de Júpiter.
“En Júpiter, un planeta gaseoso sin una superficie sólida, solo podemos recopilar información de la órbita”, agregó el profesor de ingeniería aeroespacial Luciano Iess de la Universidad de Roma La Sapienza, quien también dirigió parte de la investigación.
Júpiter es uno de los llamados gigantes gaseosos -diferentes a los planetas rocosos como la Tierra y Marte- y su composición es 99 por ciento de hidrógeno y helio. Los datos de Juno mostraron que a medida que se profundiza bajo la superficie, el gas de Júpiter se ioniza y eventualmente se convierte en un líquido metálico denso y caliente.
Los científicos dijeron que las corrientes en chorro de Júpiter, relacionadas con las rayas características de su superficie, alcanzan unas 1.800 millas (3.000 kilómetros) debajo del nivel de la nube, y que su interior profundo está compuesto por una mezcla fluida de hidrógeno y helio que gira como si fuera un cuerpo sólido.
“El centro profundo podría contener un núcleo hecho de rocas de alta presión y alta temperatura y tal vez agua, pero se cree que también es fluido, no sólido”, dijo el científico planetario Tristan Guillot de la Université Côte d’Azur en Niza, otro de los autores del estudio, publicado en la revista Nature.
Los datos de Juno mostraron una pequeña pero significativa asimetría entre el campo gravitacional de los hemisferios norte y sur de Júpiter, generada por las inmensas corrientes en chorro. El quinto planeta del sistema solar hace lucir pequeños a los demás con sus casi 143.000 km de diámetro en su ecuador, frente al diámetro de la Tierra de unos 12.750 km.