El jugador debe mediar entre la protagonista y los distintos ciudadanos para preparar a su ciudad ante la llegada del desastre natural.
Un niño de ocho años se afana en repetir una y otra vez el mismo videojuego hasta salvar a toda la población de una aldea costera de un tsunami, en un programa creado en Singapur por un artista mexicano que mezcla aprendizaje y diversión.
En "Niña Tierra 2", el nombre del juego, el jugador debe mediar entre la protagonista y los distintos ciudadanos que viven en los escenarios con el objetivo de recabar información a fin de preparar a la ciudad ante la llegada del desastre natural.
El usuario cuenta con un presupuesto, limitado según el nivel de dificultad previamente elegido, que puede invertir en educación o la construcción de infraestructuras, entre otras cosas.
"La herramienta más poderosa en el juego es la educación porque impacta en el comportamiento de las personas, mientras que las más caras, como son las tecnológicas o la construcción de infraestructuras, no siempre son las más efectivas", señala a Efe el mexicano Isaac Kerlow, desarrollador del juego en colaboración con el Observatorio Terrestre de Singapur.
El programa de estrategia, pensado para niños de entre 8 a 17 años, ha llamado la atención de varias universidades y al menos una decena de centros científicos de Latinoamérica.
"Hay grandes cantidades de información y además es divertido. Aprendes cosas que, al principio, no son tan obvias (...) Hay simulaciones en distintos entornos que requieren estrategias completamente distintas. Lo que funciona en un pueblo de pescadores, no funciona en una gran ciudad", comenta el artista de 56 años.
"Niña Tierra 2", que saldrá de manera gratuita a finales de año a las tiendas digitales de Android y Apple traducido a una gran variedad de idiomas, mezcla conceptos teóricos y el esparcimiento, con una notable pizca de humor.
"Es fabuloso ver a un niño que no quiere perder ni una vida en el juego (...) Los mejores maestros son los más divertidos, de los que más te acuerdas y los que mejor hacen retener el conocimiento en la cabeza", remarca Kerlow, natural de Ciudad de México.
El juego transmite mensajes positivos y habla del número de personas que el jugador ha logrado salvar, en vez de la cantidad de víctimas, con la intención de aplazar el componente trágico que supone la presencia de un tsunami.
"Pensamos que es un proyecto que va a tener buena recepción y eco en otras partes del mundo (...) Cuanto más lo juegas, más aprecias lo que esto representa, cómo funciona la realidad", declara el creador en un proyecto que espera traspasar las fronteras.
Kerlow y el organismo singapurés decidieron unir sus caminos a finales de la pasada década para conjugar proyectos artísticos inspirados en la ciencia de la Tierra y los desastres naturales.
"Los científicos se dedican a la ciencia y están poco familiarizados con los procesos y estilo de trabajo de un director de cine o diseñador de videojuegos. Parte del proceso es enseñar a los científicos qué es lo que estamos haciendo y administrar sus sugerencias (...) sin hacer algo sensacionalista o superficial", señala el artista.
"Niña Tierra 2", que consta de más de una veintena de niveles, nació hace más de un año tras "la cura de humildad" de una fallida primera edición y durante el rodaje de un documental sobre los supervivientes del tsunami del 2004 en Banda Aceh, en el norte de la isla indonesia de Sumatra.
Kerlow y el equipo internacional de desarrolladores que lidera, junto con los expertos de Observatorio Terrestre de Singapur, trabajan en una tercera versión del videojuego, en el que el usuario se enfrente a una erupción volcánica.
"A diferencia de un tsunami, en el que todo ocurre en un par de horas, el volcán tiene destrozos inmediatos y a largo plazo, como los deslaves de tierra y ceniza que sepultan los pueblos durante la época de lluvias. Es más complicado, pero estamos ilusionados", sentencia el mexicano.