La compañía vendió su negocio de teléfonos a Microsoft a finales del 2013 y se ha centrado desde entonces en la fabricación de equipos de redes de telecomunicaciones.
Nokia está contratando a expertos en software, ensayando nuevos productos y buscando socios para la comercialización mientras prepara su regreso a la telefonía móvil y la tecnología de consumo que abandonó con la venta de su división de celulares.
El primer fabricante mundial de teléfonos móviles, la firma finlandesa fue sorprendida por el auge de los teléfonos inteligentes y superada por Apple y Samsung.
El grupo vendió su negocio de teléfonos móviles a Microsoft a finales del 2013 y se ha centrado desde entonces en la fabricación de equipos de redes de telecomunicaciones.
Ahora el jefe de Nokia, Rajeev Suri, prepara el regreso de los finlandeses al mundo móvil. Tiene que esperar hasta finales de 2016 para poder volver a este negocio -cuando expire un acuerdo de no competencia con Microsoft- pero los preparativos están en marcha.
La compañía ya ha dado los primeros pasos en esta dirección al lanzar una tableta de Android, la N1, que salió a la venta en enero en China y hace unos días presentó una "cámara de realidad virtual", que anunció como el "renacimiento de Nokia".
También lanzó una aplicación para Android llamada Z Launcher, que organiza los contenidos en los teléfonos inteligentes.
Mientras tanto, su división de tecnologías ha publicado en LinkedIn decenas de puestos de trabajo en California, muchos de ellos en el desarrollo de productos, incluyendo a ingenieros especializados en Android, el software operativo que Nokia utilizará para sus dispositivos móviles.
Nokia planeaba despedir a unas 70 personas en esa división, según un anuncio de mayo, pero una fuente de la compañía dijo a Reuters que desde entonces el número fue recortado a la mitad.
La estrategia
La propia Nokia no revela mucho de sus planes, más allá de admitir que algunos empleados de su división tecnológica compuesta por 600 personas están trabajando en diseños para nuevos productos de consumo, incluyendo teléfonos, así como en video digital y servicios de salud.
Pero no será fácil volver a ocupar una posición relevante en el muy competitivo negocio de la telefonía móvil, donde Apple se ha quedado con cerca del 90% de los beneficios del sector.
Sin embargo, Nokia cuenta con un as en este intento ya que es dueña de uno de los tesoros de propiedad intelectual más grandes de la industria de telefonía móvil, incluyendo patentes que conserva sobre sus desarrollos e innovaciones.
También recibirá una inyección de talento cuando se complete la adquisición de Alcatel-Lucent por 15,600 millones de euros (US$17.000 millones) anunciada en abril, que incluye el departamento de investigación Bell Labs en Estados Unidos, cuyos científicos han ganado ocho premios Nobel.
Nokia dice que no repetirá los errores del pasado de ignorar las tendencias tecnológicas, manejar altos costos y reaccionar demasiado lento a los gustos cambiantes de los consumidores.
Para evitar esos riesgos, la empresa está buscando socios para acuerdos en los que Nokia diseñará nuevos teléfonos, con su marca, pero -a cambio de regalías- permitirá a las otras firmas fabricar masivamente los aparatos, promocionarlos y venderlos.
Suri dijo el mes pasado que Nokia pretendía volver al sector, pero solo a través de esos acuerdos.
La compañía dice que su marca es reconocida por 4.000 millones de personas. Pero, tras colocarse entre las cinco principales del mundo hasta el 2009, cayó en picada y parece destinada a desaparecer de entre las 100 primeras, según la firma de investigación de mercado Interbrand.
"Una marca se olvida rápidamente si está ausente del mercado. La marca no ayudará mucho si el producto es similar a lo que ya se vende. Pero si hay algo nuevo e interesante, el nombre podría ayudar", dijo el ex ejecutivo de Nokia Anssi Vanjoki, profesor en la Universidad de Tecnología de Lappeenranta, en Finlandia.