Los salarios se han estancado, las deslocalizaciones industriales han dejado ciudades semivacías y la generación de los millenials, los nacidos después de 1980, afronta la perspectiva de ser la primera, desde la II Guerra Mundial, que vivirá peor que sus padres.
El empleo perfecto, ¿existe o no? La respuesta dependerá del ojo o cuenta bancaria como lo mire cada semana o mes. Estadísticamente, la disconformidad con el trabajo lleva más de dos décadas en aumento. Hay diversas razones detrás de esta situación: una de ellas es que los trabajadores consideran que los ingresos no han aumentado a la par de las exigencias económicas de las familias; otra que sus empleos no son interesantes y finalmente están los costos por servicios de salud, que han tenido un aumento fuerte en los últimos 20 años, a pesar de los esfuerzos con el servicio de Obamacare.
Los salarios se han estancado, las deslocalizaciones industriales han dejado ciudades semivacías y la generación de los millenials, los nacidos después de 1980, afronta la perspectiva de ser la primera, desde la II Guerra Mundial, que vivirá peor que sus padres. En el mismo sentido, un sondeo de la revista Esquire y la cadena NBC revela que la mitad de los estadounidenses están más enojados que el año pasado, y que los blancos son el grupo étnico más enfadado, más que los negros y los hispanos.
Los menos enojados, según el sondeo, son los hogares que ingresan más de 150.000 dólares anuales, un sentimiento que comparte apenas el 32 por ciento de los que ganan entre 15.000 y 25.000 dólares al año. Los optimistas son los más ricos y los más pobres. Los estadounidenses más irritados, los pesimistas, son los que ingresan entre 50.000 y 74.900 dólares. Estos grupos creen, como explica el sondeo, que EEUU ya no es la potencia mundial que fue y que sus propias vidas no han sido como esperaban: el sueño americano —su sueño americano— ha muerto.
Luego de todos estas cifras y estadísticas, que dejan claro el panorama actual, y que responden el por qué de las inconformidades de los trabajadores sin importar al final, color de piel o nacionalidad, definen las líneas de las necesidades y exigencias de la colectividad laboral en Estados Unidos.
Mónica Loza, quien trabaja como asistente legal en la ciudad del Doral, gana por hora $22.59, con una mediana salarial al año de $46.990. Para ella, sus ganancias son ‘’aceptables’’ y le ofrecen un abanico de posibilidades para tener la calidad de vida que en su país de origen, Perú no tendría. Sin embargo, considera que su nivel de satisfacción laboral, se mide por lo que le queda al final de mes, luego de pagar su hipoteca, servicios domésticos, seguros, etc.
‘’En Estados Unidos, la calidad de vida es posible. No creo en el sueño americano, solo en el trabajo duro y la buena educación’’ expresó.
Vale destacar que el valor del ejercicio laboral de Loza, se ajusta análisis de la última edición del Occupational Outlook Handbook en Español (OOH) se basa en las proyecciones de empleo de los períodos comprendidos entre el 2012 y el 2022.
Amy Fleming, graduada desde hace dos años, quien trabaja como asistente dental en un consultorio en Miami Beach, asegura que por ahora tiene recibe por hora $16,35 y el salario medio anual, o promedio fue de US$34.000 en año pasado, lo cual en su opinión es insuficiente para el costo de vida que registra en la ciudad, además de las exigencias del trabajo mismo. Estos datos se relacionan con la mediana de los salarios anuales de los asistentes dentales está entre US$22.710 y US$47.070 según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales.
‘’La educación para poder ejercer, el alto costo de la renta y las necesidades del hogar, no son completamente satisfechas. Creo que la hora de trabajo debería ser revisada y tener un mínimo de $35 en nuestro oficio’’, dijo.
Michel Reyes, de 27 años, nacido en Dominicana y criado en Nueva York, quien desde hace 10 años reside en Miami, trabaja como conductor de camiones pesados. Gana un aproximado de $11 y $24 por hora, todo dependerá de la empresa que lo contrate, y los años de experiencia en el área. En cifras oficiales del BLS, la mayoría de los conductores de camiones pesados trabajan en el servicio de carga en general, ganando alrededor de US$41.000 por año, y en carga especializada, con un ingreso de alrededor de US$38.900 por año. El salario promedio para los conductores de camiones ligeros, es de $31.000 por año.
‘’Este es un trabajo duro, de horas en carretera, donde la experiencia debe pagarse mejor. Aspiro en un par de años, tener mi propio camión y comenzar mi negocio, a ver si de esa manera, los números son mejores’’, contó.
Las experiencias siempre serán basadas en las expectativas según su empleo. La realidad es que el descontento laboral de la sociedad de hoy, no solo se basa en el valor de cuanto le pagan la hora, sino en la necesidad de ser apreciado y tomado en cuenta en una colectividad empresarial que se basa en los ‘’números que se facturan a final de mes’’.
Si hoy, no se siente satisfecho, analice que le conviene y no tome a la ligera un cambio de laboral. Usted debe, preguntarte: ¿por qué odio mi trabajo actual? ¿Es ésta una nueva sensación o siempre me ha disgustado? ¿Es la gente con la que trabajo, las tareas que debo hacer, la cultura de la empresa? Trate de hacer una lista de los pros, los contras de su trabajo y lo que deseas hacer en el siguiente.
También puede optar por habla con su jefe. Si no estás feliz con su horario, su sueldo o los proyectos que le son asignados, debes decirle a su jefe. Puede haber maneras de mejorar la situación. Y por último, si va a renunciar, siga haciendo bien su trabajo. De esta manera, cuando decida salir, tendrá buenas recomendaciones.
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