Las medidas para el examen que se toma hasta hoy son tan estrictas que en Ruijin, provincia china oriental de Jiangxi, los supervisores utilizaron instrumentos para revisar los zapatos de los estudiantes.

Los estudiantes que presentaron el examen de ingreso a las universidades de China entraron el martes por la mañana a las aulas del examen sabiendo que este es el primer año en el que hacer trampa durante la prueba se considerará un delito que se castigará con hasta siete años en prisión.

Alrededor de 9,4 millones de estudiantes de preparatoria se registraron para presentar el examen, conocido como gaokao, del 7 al 8 de junio..

El gaokao es considerado una forma relativamente justa de evaluar y elegir a los candidatos a la educación superior, pero la reputación de la prueba ha sido dañada en los últimos años por las acusaciones en el sentido de que maestros y estudiantes hacen trampas.

Se han hecho esfuerzos para limitar la venta de dispositivos inalámbricos ocultos, utilizados con frecuencia para hacer trampa, así como el contenido en línea inapropiado relacionado con el gaokao y el uso de estudiantes sustitutos para la realización del examen.

La medida más severa para proteger la justicia en el examen es, por mucho, la enmienda a la Ley Penal que entró en vigor el 1 de noviembre, la cual cubre organizar trampas, facilitar la realización de trampas o contratar a otras personas para presentar los exámenes a nivel estatal. Los legisladores esperan que la pena máxima de siete años actúe como un disuasor eficaz.

El martes por la mañana, en Ruijin, provincia china oriental de Jiangxi, los supervisores del examen utilizaron instrumentos para revisar los zapatos de los estudiantes antes de entrar al aula de examen y también se emplearon dispositivos para bloquear las señales inalámbricas.

En Ningxia, el personal técnico de la Comisión Regional Reguladora de Transmisión Inalámbrica revisó un día antes del examen las instalaciones de supervisión en todos los centros en los que se realizará el examen.

En Lanzhou, provincia de Gansu, el personal de supervisión del centro de pruebas examinó el paquete de papelería suministrado en un centro de prueba en la Escuela Preparatoria número 2 de Lanzhou.

En Beijing, se desplegó un promedio de ocho oficiales de policía en todos los centros de realización del examen para detectar comportamientos sospechosos, dijo la fuerza de policía de la ciudad.

En Jiangxi, 23 oficiales de policía realizaron patrullajes afuera del centro de exámenes de la Escuela de Lenguas Extranjeras de Dongfangzhixing y otros 100 oficiales están listos para lo que se requiera.

"Hasta ahora no se han detectado pistas de trampas organizadas", dijo Du Chuanjia, director del buró de educación de la ciudad de Zhongxiang, provincia de Jiangxi.

Muchos padres de familia que aguardan afuera de un centro de la ciudad de Zhongquan, en la provincia de Hubei, dijeron que recibieron advertencias y que están conscientes de las sanciones penales por hacer trampa este año.

"Mientras más estricto sea el examen, más justo será para los estudiantes", indicó un padre de familia, Zhang Ling. Sin embargo, algunos consideran que las sanciones son demasiado estrictas.

"Creo que es demasiado", indicó un examinando de la provincia de Hunan. "Podría arruinar la vida de uno para siempre".

Liu Lijun, padre de un estudiante de la ciudad de Hefei, en la provincia de Anhui, tampoco está a favor de la criminalización de la trampa. "Su efecto en la sociedad no es tan severo, de modo que considero que incluir el hacer trampa en los exámenes de nivel estatal en la Ley Penal es llevar las cosas demasiado lejos".

Xiong Bingqi, un pedagogo, propuso una revisión del sistema de modo que el gaokao sea sólo una parte del examen de entrada a la universidad para reducir los beneficios de hacer trampa en el examen.

"Para eliminar por completo las trampas, no sólo se deben reforzar los castigos, sino que también se debe reformar el sistema de ingreso", dijo Xiong.

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