Emprender lleva implícita la existencia de los retos, aunque la cantidad o intensidad de éstos puede verse afectada según ciertas circunstancias.
Excelsior.com.mx. El acto de emprender lleva implícita la existencia de los retos, aunque la cantidad o intensidad de éstos puede verse afectada según ciertas circunstancias.
No es lo mismo emprender social que tecnológicamente, ni es igual en Europa que en América Latina o en Asia, como –tristemente– no es lo mismo si quien emprende es del género masculino o femenino.
El Instituto del Fracaso AC, en colaboración con Fuckup Nights y el Instituto del Emprendimiento Eugenio Garza Lagüera, se dieron a la tarea de investigar y comprender cuáles son las razones por las que los emprendedores fracasan (las cuales están íntimamente ligadas a los retos que enfrentan los creadores e impulsores de nuestra época), y estos son los cinco principales resultados:
1. Ingresos insuficientes para subsistir
2. Falta de indicadores y métricas
3. Falta de proceso de análisis
4. Planeación deficiente
5. Problemas en la ejecución
A pesar de lo anterior hay otros factores -como la crisis económica o política- que resultó estar presente en el 37% de los casos dentro de la categoría de Factores Externos.
Estos números ponen especial énfasis en las acciones que se deben implementar para hacer más llevadero el camino del emprendimiento; sin embargo, es importante brindarle voz a las estadísticas; por ello aquí te presentamos cómo viven y perciben algunos actores del ecosistema los retos propios del acto de emprender:
La Mano del Mono reconoce que sus principales retos son más bien financieros y administrativos, tal cual lo refleja la investigación de FuckUp Nights.
"Creo que la planeación financiera, los mecanismos de control y monitoreo financiero. Gestión y cómo lograr que la visión baje a toda la organización, además de las ventas y mercadotecnia son nuestros retos”.
Para Malala que busca con el deporte impulsar el liderazgo de los niños en una comunidad de Culiacán, Sinaloa, el primer reto era la “pura buena voluntad, era querer hacer algo por los niños, quién sabe qué, quién sabe cómo, sin tanta experiencia, simplemente queriendo hacer algo muy bueno por ellos”.
En tan solo ocho meses Malala tuvo que reducir la curva de aprendizaje al máximo porque el proyecto empezó a tener vida propia y mucha aceptación.
"Al principio fue como pura buena voluntad y ahora todo lo que hemos logrado en tan poquito tiempo demanda que nos profesionalicemos, hagamos cosas muy diferentes. El reto es dar el ancho de lo que la gente y la comunidad que atendemos espera de nosotros".
A pesar de este tipo de sucesos, los emprendedores de Nomad Republic creen que como emprendedor siempre va a haber retos, lo “padre” es que conforme se vaya avanzando existen más herramientas para sobrellevarlos.
En tanto, para Fernando Barquera, quien fuera parte del equipo de Cultus, el desafío es “quitarnos la idea de que alguien tiene que darnos dinero para empezar un proyecto y generar una identidad propia”.
Mientras que para Fernando Sepúlveda, CEO de Impulsa existe un “creciente interés por emprender pero todavía no se entiende al emprededurismo (sic) como una profesión”.
Para él mucha gente no acaba de visualizar cómo emprender puede ser un plan de vida y de carrera: “la gente se está lanzando a emprender sin haberse formado como emprendedor”.
La improvisación, la victimización y dejar atrás los temores para poder encarar los retos con valentía y saber que el propósito no es solamente el dinero, sino hacer una mejor sociedad y entender el rol que juega el empresario dentro de la sociedad mexicana, es la mayor lucha de los emprendedores mexicanos para Arnoldo de la Rocha, CEO de Pollo Feliz.
En cuanto al género femenino, podría decirse que hay algunos retos que son muy específicos, de acuerdo con Leticia Jauregui, fundadora y Directora General de Crea.
De acuerdo con Jauregui, en el caso de México y sus mujeres se agudizan ciertas barreras de acceso a información y de acceso a recursos, lo que no necesariamente es único del país; también está la falta de acceso a propiedad privada y a activos que puedan servir de colateral para acceder a créditos.
Jáuregui destacó a la parte cultural y social mexicana como un reto más. “Se percibe que la mujer no debe ser emprendedora sino quien se encargue del hogar o de su casa y no debe meterse a cuestiones económicas".
Finalmente dijo que la colaboración y la fractura social en las comunidades en donde si a alguien le va bien, otras mujeres creen que les va a ir mal, existe como un problema que no permite ver un mundo con abundancia.
Como podemos ver, más allá de las estadísticas, estos actores del emprendimiento coinciden en muchas cosas, no obstante, todo depende de qué lado del ecosistema se encuentre cada quien y cómo estén dispuestos a enfrentar los obstáculos.