Depende de cada persona gestionar las distintas situaciones de forma positiva o negativa, afirman especialistas.
La empresa Pandorai y el Instituto de
Estudios Cajasol organizaron esta semana, con motivo de la celebración
del Día Internacional de la Felicidad, un coloquio sobre la Felicidad como una
nueva competencia que permite aumentar la productividad en las
empresas.
Durante la sesión se reflexionó sobre la importancia de la felicidad de
los empleados en la empresa y su influencia en la productividad
individual y colectiva dentro de la organización.
En este, se presentaron también indicadores que muchas empresas aplican
diariamente sin saberlo, especialmente los relacionadas con la Felicidad
Interior Bruta (FIB) que son trasladados a las empresas en lo que se
denomina la Felicidad Empresarial Bruta (FEB).
Algunos de estos
indicadores son, por ejemplo, el bienestar psicológico establecido en el
FIB y que se corresponde con el dominio de la psicología profesional en
el FEB, así como la gestión emocional entendida como motivación en la
empresa o la diversidad en la empresa, centrada en la gestión de las
relaciones interpresonales.
El coloquio contó con la dirección de Mónica Esgueva, embajadora de la
Felicidad de Pandorai, e Ignacio Cañaveral, profesor de Habilidades y
Competencias Directivas, y con la asistencia de numerosos directores de
Recursos Humanos de distintas multinacionales.
La sesión se dividió en dos partes, la primera de ellas centrada en la felicidad individual, donde los expertos en gestión de personas debatieron sobre el papel que juegan las emociones en nuestras actitudes. “La felicidad como personas debemos entenderla desde la mente”, aseguró Mónica Esgueva, que defendió que depende de cada persona gestionar las distintas situaciones de forma positiva o negativa, y que la inteligencia emocional marca la diferencia de los profesionales.
La segunda parte de la jornada estuvo centrada en la aplicación de conceptos como felicidad, actitud positiva o gestión emocional dentro de las organizaciones. El ambiente participativo sacó a la luz algunas de las principales preocupaciones del sector, como la gestión de personas en entornos con un alto grado de incertidumbre y en constante cambio, con complejas formas de actuar y de presentar soluciones.
Durante el evento se puso de manifiesto que existe una clara necesidad de promover el bienestar dentro de la organización para alcanzar resultados, y que muchas de las empresas, en la actualidad, realizan esfuerzos por este bienestar, en muchas ocasiones sin ser conscientes de ello y sin usar, todavía, la palabra felicidad.