Tras el tiempo de las medallas de oro
En Atlanta 1996, Jefferson Pérez se convirtió en el deportista ecuatoriano de todos los tiempos, al obtener el oro olímpico en marcha. La máxima azaña de un deportista de Ecuador.
Pasaron los años, y Pérez siguió ganando preseas doradas en Mundiales de Atletismo hasta 2003, pero finalmente debió dejar la la actividad deportiva, comenzando una vida en el negocio de la representación deportiva.
Para darle curso, el atleta cursó un MBA en la Universidad de Azuay de su Cuenca natal.
Hoy, Jefferson Pérez es un próspero empresario de representación deportiva y regenta una fundación con su nombre. Según consta en la revista ecuatoriana Líderes.