Visibilizar a las personas con orientaciones sexuales distintas y respetar los permisos a los padres de recién nacidos contribuyen a una cultura organizacional libre de discriminación.
Eleconomista.com.mx. Visibilizar a las personas con orientaciones sexuales distintas y respetar las licencias de paternidad contribuyen a una cultura organizacional libre de discriminación.
La perspectiva de género debe incluirse dentro del ámbito organizacional porque se relaciona intrínsecamente con los derechos de los trabajadores, señaló Elvia González del Pliego, coordinadora del Programa de Asuntos de Género de la Universidad Iberoamericana.
En una conferencia organizada por la propia institución, la especialista señaló que visibilizar a las personas con orientaciones sexuales distintas y respetar los permisos a los padres de recién nacidos contribuyen a una cultura organizacional libre de discriminación.
Recordó que, al menos en el Distrito Federal desde 2009, existe la posibilidad de que contraigan matrimonio dos personas del mismo sexo. Desde el punto de vista legal, agregó, una persona casada que trabaja dentro de una organización, puede dar de alta a su cónyuge en el seguro social y contar con acceso a ciertas prestaciones.
De acuerdo con la encuesta sobre Discriminación en la Ciudad de México 2013, 75% de la población de la capital del país cree que existe discriminación contra la población transgénero, además el Consejo para Prevenir y Erradicar la Discriminación alertó que existe un gran desconocimiento en la población sobre las diferencias entre orientación sexual e identidad sexual.
Con respecto al derecho de las mujeres para solicitar un permiso de maternidad, aclaró que los nuevos padres también cuentan con el derecho a pedir una licencia de paternidad, con el objetivo de que ambos padres puedan disfrutar de su vida familiar.
“Existe, para las empresas, una cuestión llamada conciliación y corresponsabilidad, que implica que los trabajadores tienen derecho a conciliar su vida laboral con su vida familiar, y aplica para ambos géneros. El problema es que es un tema que se debe trabajar desde el ámbito social, pues, aun cuando las organizaciones lo permiten, el papel de la conciliación recae casi únicamente en las mujeres”, afirmó.
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