“La pyme sí crea, pero crea poco y cuando crea, no lo protege tanto o más bien desconoce cómo hacerlo”, comentó Salvador Morales Herrera, titular de la Coordinación de Innovación y Desarrollo de la UNAM.
En México, de las pequeñas y medianas empresas que logran alguna invención, menos del 42% realiza acciones de protección para sus creaciones. Peor aún, estas compañías, que según la Secretaría de Economía generan 72% del empleo en el país, también crean e innovan poco.
Estos hechos evidencian que la pyme mexicana no ha asimilado, como se quisiera, que la innovación y la protección de la propiedad intelectual e industrial son trascendentes para sus operaciones, sostuvo Salvador Morales Herrera, titular de la Coordinación de Innovación y Desarrollo de la UNAM.
La pyme y los emprendedores conocen al mínimo las modalidades que existen para registrar y proteger las creaciones; cuentan además con pocos planes a seguir en caso de que se dé una vulneración a sus derechos industriales.
“La pyme sí crea, pero crea poco y cuando crea, no lo protege tanto o más bien desconoce cómo hacerlo”, comentó el especialista en temas de protección industrial e intelectual durante una presentación en la Semana del Emprendedor.
Las pequeñas y medianas empresas mexicanas, explicó Morales Herrera, sólo se preocupan por registrar sus marcas y muchas de esas veces, sólo ante la autoridad hacendaria. Desconocen que la modificación o mejoramiento de un bien o producto tiene que registrarse.
En México, alrededor de una tercera parte de las empresas registra su marca o slogan empresarial, mientras que no más del 5% intenta proteger sus patentes, cuando las hay. Las invenciones industriales apenas son registradas por 3% de las pequeñas empresas.
Las pymes, que en México aportan 52% del Producto Interno Bruto (PIB), según la Secretaría de Economía, están lejos de entender que “mueven una economía que da sustento al país”, por lo que debieran innovar más y proteger toda creación suya, mencionó el experto de la UNAM.
“Existe aún mucho desconocimiento por parte de la pyme sobre la propiedad industrial. Ocurre que crean algo, mejoran algo, no lo protegen y de repente resulta que alguien más, incluso una empresa grande, está aprovechando su invención. La clave es crear y proteger, si el fin es sobrevivir”, refirió Salvador Morales Herrera.
Con los derechos de propiedad industrial se consigue en exclusiva y se asegura la explotación de cualquier idea, se protegen los activos intangibles y se consigue un seguro de que la pyme tendrá un tiempo considerable, de hasta dos décadas, para aprovechar su invención sin que nadie pueda apropiarse de ella.
En México, la legislación en la materia permite registrar diseños, por ejemplo, la apariencia de los productos; luego está la protección de marcas o nombres comerciales, las cuales distinguen a la empresa de las demás.
Está además el registro de patentes y los productos susceptibles de reproducirse en reiteradas ocasiones o por más de un medio.