Una investigación arrojó que el nivel de esperanza y optimismo en ejecutivos peruanos está dentro del rango normal y en promedio se encuentran muy satisfechos con su vida.
La vida del ejecutivo típico está sometida a un constante estrés; la meta de ventas, los movimientos de los competidores, las relaciones laborales difíciles con el jefe, directores y compañeros de trabajo.
De la mano con lo anteriormente indicado, se suma el miedo derivado de los cambios propios de las organizaciones tales como reingenierías, fusiones y adquisiciones, cambios en la estructura, nuevos jefes, nuevos equipos, entre otros.
En ese sentido, Jorge Aurich, especialista en Psicología Positiva, analizó el nivel de optimismo, esperanza y satisfacción con la vida en ejecutivos peruanos.
Dentro de las conclusiones, la investigación arrojó que el nivel de esperanza y optimismo en ejecutivos peruanos está dentro del rango normal y en promedio se encuentran muy satisfechos con su vida.
Los resultados son positivos. Sin embargo, la desesperanza y pesimismo son muy limitados, solo alcanza al 10.5%, es decir, hay un importante grupo de funcionarios y gerentes de empresa con el estilo explicativo propicio para la puesta en marcha de sus talentos y a disposición de sus equipos y empresas con un estado emocional alineado con los retos del entorno económico, la exigencia de la competencia y los vaivenes empresariales.
Aquellos ejecutivos con relaciones de pareja consolidadas como el matrimonio o la convivencia estables experimentan, según el estudio, un mayor nivel de esperanza y optimismo, que tendría que ver con la mayor confianza derivada del apoyo social de la pareja que redunda en un mayor sentimiento de seguridad clave en la resiliencia y capacidad para superar obstáculos.
Respecto a la salud, el 58.7% de los ejecutivos “sumamente y moderadamente esperanzados” no había enfermado, y que el 41.3% del mismo grupo si había enfermado.
Asimismo, del grupo “seriamente y moderadamente desesperanzado” el 23.8% dijo no haber enfermado mientras que el 76.2% manifestó haber tenido algún problema de salud.
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