La especialización de los profesionales del turismo es también indispensable para que los productos y servicios puedan funcionar.
La industria turística en México se caracteriza por su alto potencial de desarrollo, esto con base en la gran diversidad de recursos (materiales, naturales y culturales) con los que cuenta, a esto se suma la apertura del mercado internacional que ha permitido la inversión de otros países en la infraestructura del sector, haciendo así que la oferta de nuevos y mejores servicios turísticos exista, permitiéndole convertirse en la tercera fuente de divisas a nivel nacional. Sin embargo, la evolución acelerada del sector ha descuidado factores clave para que el desarrollo sea integral, lo que podría convertir las oportunidades en amenazas, no solamente para la industria, sino para la estabilidad socioeconómica del país.
A medida que esta apertura de mercados se ha dado, la explotación de recursos en diversas regiones del país ha sido necesaria para sustentar estos nuevos tipos de turismo; el abuso en este sentido ha generado un daño ecológico paulatino e irreversible, que ha puesto en riesgo a diversas zonas del país que cuentan con una gran variedad de atractivos naturales únicos, así como al patrimonio cultural.
A raíz de la sobreexplotación de recursos naturales (de los cuáles ha dependido por mucho tiempo la actividad de la industria turística en México), así como de la falta de proyectos innovadores que diferencien la oferta nacional con la de otros países, además de la poca capacitación de los profesionales del turismo, la competitividad de esta industria se ha visto afectada, generando la necesidad de nuevas ofertas de productos y servicios que satisfagan las necesidades de los consumidores.
“La internacionalización de los espacios turísticos en México ha sido esencial para que nuevos modelos de turismo puedan llevarse a cabo, algunos como el de negocios, salud o de lujo, han podido ser viables por las posibilidades que origina el proceso de globalización. La presencia de visitantes extranjeros, así como de empresarios que deciden invertir en el país, ha desencadenado una serie de nuevas oportunidades de negocio, las cuales hace algunos años no hubieran podido existir. Sin embargo, en este proceso de evolución en la industria, el patrimonio cultural y la competitividad turística se ha visto afectada, razón por la cual se deben de orientar los esfuerzos en encontrar otros recursos con los cuáles diferenciarse del resto de la oferta turística alrededor del mundo”, comentóAna Luisa Almazán de la Rosa, Directora Vertical de la Escuela de Hospitalidad y Turismo de la Universidad Tecnológica de México (UNITEC).
Para que nuevos modelos turísticos puedan existir y ser viables, es indispensable la existencia no sólo de la infraestructura tecnológica o la inversión de capital, sino del personal capacitado que cubra la demanda de dichos modelos; ya que uno de los obstáculos que se presentan cuando se proponen nuevos productos o servicios es la capacitación insuficiente y la falta de especialización en la población que tiene contacto directo con los turistas.
Al respecto, la Directora Vertical de UNITEC, señaló que "la industria turística exige una visión más amplia e innovadora que contemple a los recursos humanos como el nuevo pilar de desarrollo del sector; la especialización de los profesionales del turismo es indispensable para que los productos y servicios puedan funcionar. Los docentes de las licenciaturas de Turismo y Hospitalidad, así como las instituciones educativas, debemos tener como objetivo brindar a nuestros alumnos una educación multidisciplinaria y práctica que pueda adaptarse a los cambios en el ámbito turístico que se suscita día a día, para que como profesionistas, impulsen la existencia de nuevos y mejores productos, permitiendo así un crecimiento que integre a la actividad económica del país.”
De esta manera el turismo se ha diversificado, por lo que la atención por parte de los profesionales hacia los clientes debe hacerlo también. Los recursos humanos son los que deben agregar valor a la nueva oferta de servicios, de modo que los profesionistas sean el eje de desarrollo de esta industria tan importante para el crecimiento del país; es aquí donde las instituciones educativas juegan un papel crucial en la calidad de la formación de sus estudiantes, de la cual depende que puedan llevarse a cabo planes estratégicos de oferta turística, agregando así un diferenciador que no recaiga en los atributos ecológicos o de los destinos con los que el país cuenta, sino en su gente.