Este jueves, en la Fundación Nacional para la Ciencia se confirmó el hallazgo de las ondas gravitacionales que Albert Einstein predijo hace un siglo en su Teoría de la Relatividad General.

Cuando los físicos del Instituto de Tecnología de California (Caltech), del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), de la Colaboración Científica de LIGO (LSC) citaron a una conferencia para este jueves, todo parecía calzar.

Este jueves, en la Fundación Nacional para la Ciencia se confirmó el hallazgo de las ondas gravitacionales que Albert Einstein predijo hace un siglo en su Teoría de la Relatividad General.

Según afirmaron en la presentación, las ondas se detectaron por primera vez de manera directa el pasado 14 de septiembre. De esta forma, se espera que el descubriiento permita obtener un mejor conocimiento del Universo, anunció el proyecto LIGO. De hecho, una de las primeras revelaciones que brinda este hallazgo es la confirmación de la existencia de agujeros negros en el espacio.

Para entender mejor lo que significan e implican las ondas gravitacionales, ofrecemos algunos aspectos que destacó el sitio RT.

Lo primero es considerar al universo como una gran 'cama elástica'. Einstein se lo imaginaba como un tejido del espacio-tiempo y las ondas gravitacionales serían como ondulaciones de ese tejido.

Si dejáramos caer un melón y una pelota de tenis de mesa en ese tejido. ¿Cuál cree que se 'hundiría' más? En el universo sucede algo parecido: los objetos más ligeros crean menos ondulación.

Así, estas ondas se crean cuando dos o más objetos de gran tamaño chocan entre sí. Desde un punto de vista teórico, la colisión de dos agujeros negros causaría una onda masiva.

Según se piensa, las ondas gravitacionales se crearon a raíz del Big Bang, hace alrededor de 13.800 millones de años. Al parecer, todavía son perceptibles, aunque mínimamente. Esto nos revela la importancia del descubrimiento, pues podría darnos la respuesta sobre los orígenes del universo.