"El 28 de abril pronosticamos que el desastre habría recortado las ventas del primer trimestre en varios cientos de miles de millones de yenes", dijo Ohtsubo.
"En este punto, vemos que será menor, posiblemente la mitad o un tercio de lo que pensábamos. Pero el segundo trimestre no será mucho mejor, por las dificultades persistentes con la cadena de suministro", añadió.
Añadió que, aunque todas las fábricas del noreste de Japón habían sido reparadas, eso no significa que estén operando a plena capacidad.
El mes pasado, Panasonic dijo que su beneficio operacional había crecido un 60% para el ejercicio que acabó en marzo, pero no ofreció una previsión del actual ejercicio dada la incertidumbre por el terremoto.
La corporación japonesa también anunció en abril que tenía previsto prescindir de al menos 17.000 puestos de trabajo y que podría cerrar hasta 70 fábricas en todo el mundo hacia marzo del 2013, para reducir costos y seguir el ritmo a sus rivales asiáticos.
Ohtsubo dijo el viernes que la carga de la pérdida de empleos sería compartida más o menos entre las instalaciones japonesas y en el extranjero.